Leónidas, la lluvia de estrellas de noviembre

La noche del 15 al 16 de noviembre la provincia de Cuenca fue noticia. Resulta que una estrella fugaz de un brillo descomunal surcó parte de la región conquense [Ver la noticia en las referencias]. Tuvo un brillo máximo equivalente al de la Luna llena por lo que se cataloga como «bola de fuego». Por las fechas que estamos, se trata de una estrella fugaz perteneciente a la lluvia de estrellas de las Leónidas. El fragmento es, por tanto, un trozo del cometa Tempel-Tuttle.

El evento comenzó en la vertical de la localidad de Minglanilla y se extinguió sobre Buenache de Alarcón. Según cuentan en el perfil de Facebook de Meteoroides.net, el evento fue registrado desde las estaciones de detección del Proyecto SMART. Más adelante cuando los datos estén analizados, incorporarán los detalles en su web.

Al final del post podrán ver el vídeo del meteoro. Pero antes, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Cuenca Valladolid, hablemos de la lluvia de estrellas de las Leónidas. El motivo: este viernes es su máximo. ¿Tienen planes?

Así son las Leónidas

La lluvia de estrellas de las Leónidas es la más famosa de noviembre, pero no la única como les mostraré más adelante. Podremos disfrutarla del 6 al 30 de este mes. Según el IMO (International Meteor Organization), la máxima actividad se producirá el día 17 a las 17:30 (hora peninsular española). Por lo tanto, en cuanto el cielo se oscurezca tras la puesta de Sol, se podrán empezar a ver estrellas fugaces. Además, la Luna no será un impedimento. Estará en fase de nueva el día 18 y los cielos estarán despejados en la mayor parte de España. Todo son ventajas.

Sin embargo, el lugar del que parecen surgir las estrellas fugaces bajo nuestra perspectiva -llamado radiante- no aparecerá por el horizonte hasta las 0:40 (hora peninsular española) de la madrugada del sábado. A partir de esa hora y hasta el amanecer será cuando más estrellas fugaces podrán observarse. Unas 20 a la hora según el IMO. El radiante varía ligeramente noche tras noche. En la noche del máximo estará situado muy cerca de la estrella Adhafera (ζ Leonis) de la constelación de Leo. Es por ello que esta lluvia de estrellas se denomina Leónidas.

Leónidas

Fuente: PhotoPills.

Las estrellas fugaces de las Leónidas tienen una velocidad media de desplazamiento de unos 71 Km/s. Según el equipo de José María Madiedo, investigador responsable del Proyecto SMART y de Meteoroides.net, la velocidad del objeto que produjo la bola de fuego era de unos 260.000 Km/h, o lo que es lo mismo 72,22 Km/s, algo que se ajusta a la velocidad de las Leónidas.

Lluvia de estrellas: así se produce

¿Cómo se producen las lluvias de estrellas? Utilizaremos de ejemplo el caso de las Leónidas. Como les dije más arriba, el cometa que da origen a las Leónidas es el 55P/Tempel-Tuttle. Como casi (*) todos los cometas del sistema solar, éste orbita alrededor del Sol con un período conocido. En este caso son 33 años. En su viaje alrededor del Sol, éste y los demás cometas dejan tras de sí una serie de escombros. A este rastro lo llamamos «tubo meteórico». Como la órbita del cometa suele ser estable, el tubo meteórico suele discurrir por el mismo lugar.

Otra órbita que también es estable es la de nuestro planeta. Por lo tanto, es fácil deducir que la Tierra se cruza con el tubo meteórico del Tempel-Tuttle en las mismas fechas cada año. Por otro lado, las partículas que conforman el tubo meteórico -llamadas meteoroides- se ven atraídas por nuestro planeta cuando éste se aproxima. Este primer contacto tiene lugar el 6 de noviembre, mientras que el último es el 30 de noviembre, momento en el cual la Tierra sale del tubo meteórico. El máximo ocurre sobre los días 17 y 18 de noviembre, coincidiendo con la situación de nuestro planeta sobre la región más densa.

Y por fin… el meteoro

¿Qué ocurre cuando un meteoroide se ve atraído por nuestro planeta? El fragmento se precipita contra la Tierra. Por suerte, tenemos atmósfera. Es nuestro paraguas. Al entrar en contacto con la atmósfera el meteoroide se sobrecalienta debido a la fricción. Esto hace que se vuelva incandescente. Y a pesar de que los meteoroides que forman una estrella fugaz típica son del tamaño de un grano de arena, la velocidad con la que entran a la atmósfera provoca una fricción tal que hace que emitan un destello visible desde decenas de kilómetros. Ese destello y su rastro es lo que conocemos como estrella fugaz o meteoro.

Leónidas

Leónida || Créditos: Jerry Lodriguss (Ampliar).

Por otro lado, el hecho de que la Tierra atraviese la parte más densa del tubo meteórico los días 17 y 18 no implica que esos meteoroides sean más grandes y formen estrellas fugaces más brillantes. Justo lo contrario. Los meteoroides más grandes cuando son expulsados del cometa, tienen una mayor cantidad de movimiento por lo que su mayor inercia les hace desplazarse durante más tiempo a lo largo del tubo, tendiendo a orientarse fuera de la parte más densa. Es por eso que los meteoros más brillantes, como el de Cuenca, suceden días antes y días después del máximo.

Las Leónidas son una lluvia que cada cierto tiempo tiene estallidos de actividad. En 1999 y 2001 hubo sendos estallidos donde se habla de 3.500 y 1.500 meteoros por hora, respectivamente. Esto es, un meteoro cada segundo en el primer caso y uno cada 2,5 segundos en el segundo. Los estallidos se producen cada 33 años, que es cuando el Tempel-Tuttle renueva el tubo meteórico con nuevos fragmentos.

Más meteoros en noviembre

Como les adelantaba más arriba, no solo de Leónidas vive noviembre. Existen otras dos lluvias menos conocidas como son las Alfa Monocerótidas y las Oriónidas de noviembre cuyos radiantes están situados en las constelaciones de Monoceros (el unicornio) y Orión (el cazador). Hablemos de ellas:

α Monocerótidas

Esta lluvia de estrellas abarca del 15 al 25 de noviembre, siendo su máxima actividad el día 21 con una tasa de unos 5 meteoros a la hora. También ha habido episodios de estallidos donde su actividad se ha elevado hasta las 400 estrellas fugaces por hora.

Lluvia de estrellas

Radiante de las Alfa Monocerótidas || Fuente: IMO.

El estallido más reciente tuvo lugar en 1995. La parte más intensa duró unos 5 minutos y tuvo una tasa de 420 meteoros a la hora, esto es, una estrella fugaz cada 8 segundos. El estallido desde su inicio hasta su final tuvo una duración de unos 30 minutos. La Tierra cruzará esa zona más densa los años 2017 y 2020. Como les digo, la cruzará, pero no la atravesará. Tal vez en 2019 pueda haber un pequeño estallido, aunque todavía es pronto para asegurarlo. No obstante, la ausencia de Luna será beneficioso para echar un vistazo la noche del 20 al 21 por si nos sorprende un pequeño pico de gran actividad.

Oriónidas de noviembre

La segunda lluvia de las Oriónidas de este año (recuerden que la primera fue el 21 de Octubre) tendrá lugar desde el 14 de noviembre hasta el 6 de diciembre, siendo su máxima actividad la noche del 27 al 28 con una tasa muy baja de 3 meteoros por hora. En todo caso, para los ávidos observadores de meteoros, el mejor momento será a partir de la 1:55 (hora peninsular española). Será a partir de ahí cuando la Luna se oculte tras el horizonte.

Lluvia de estrellas

Radiante de las Oriónidas de noviembre || Fuente: IMO.

Unos consejos

Si finalmente deciden salir a observar las Leónidas, las α Monocerótidas o las Oriónidas de noviembre, les compartiré mi «pequeño ritual» que llevo a cabo cada vez que salgo a observar una lluvia de estrellas:

Abríguense

Además de abrigarse, recuerden, llévense SIEMPRE ropa de abrigo extra. Las temperaturas de la madrugada bajan bastantes grados con respecto a las diurnas. No se vean obligados a poner fin a una observación astronómica por falta de abrigo.

Comida y bebida

Llévense algo de comida y bebida. Un bocadillo, un termo con café caliente y un brik de leche les vendrán muy bien.

Sin telescopios

Olvídense del telescopio. Una lluvia de estrellas se disfruta mucho mejor a simple vista. Lo que buscamos es abarcar la mayor parte del cielo y un telescopio nos reduce el campo visual. No interesa. Como mucho, les recomendaría unos prismáticos para momentos puntuales.

Fuera luces

Aléjense de las luces urbanas. Cuanta menos contaminación lumínica tengamos, mejor se verá el espectáculo. Aprovechen cerros, hondos en el terreno o cualquier construcción -natural o artificial- para quitarse la luz urbana. Si consiguen un cielo lo suficientemente oscuro podrán incluso apreciar el color rojizo de las Leónidas.

estrella fugaz

Imagen de larga exposición tomada durante el máximo de las Perseidas || Créditos: Brad Goldpaint (Goldpaint Photography) (Ampliar imagen)

Linterna

Fundamental para cuando termina la observación poder ver si nos dejamos algo. Si quieren usar la linterna en mitad de la observación póngale un filtro rojo. También pueden utilizar alguna aplicación móvil que ilumina la pantalla de ese color. Evitarán que la pupila se contraiga. De lo contrario, tardarán unos minutos en volver a adaptar la vista a la oscuridad.

Paciencia

Las lluvias de estrellas no son como los eclipses, que sabemos exactamente cuando van a suceder. No desesperen. Tarde o temprano verán estrellas fugaces. Y si tardan en llegar, siempre pueden identificar constelaciones. Al estar mirando al cielo en varias direcciones podrán ver meteoros.

Importantísimo

Dejen el lugar de observación en las mismas condiciones que lo encontraron, o incluso mejores. Me refiero: no dejen basura. Todo lo que traigan, llévenselo de vuelta.

Meteoroide, meteoro y meteorito

Siempre que hablo de lluvias de estrellas me gusta matizar tres conceptos que en ocasiones pueden crear confusión. Estos conceptos son: meteoroide, meteoro y meteorito. Es muy sencillo: el meteoroide es el fragmento que produce la estrella fugaz o meteoro. El meteoro es el efecto visual -y a veces sonoro- que vemos en el cielo. Y el meteorito es el fragmento de meteoroide que no termina de desintegrarse e impacta contra la superficie de nuestro planeta.

No se alarmen. La probabilidad de que impacte un meteorito procedente de una lluvia de estrellas es tan poco probable como que un extraterrestre se les aparezca y les toque la Lotería de Navidad, como en el anuncio. Fuera de bromas, no se preocupen porque para que un meteoroide toque tierra, debe ser grande, muy grande. Sin ir más lejos, el meteoroide de Cuenca era del tamaño de un balón de fútbol, como mucho, y casi con total seguridad se desintegró en el cielo.

¡Ah! Y como les dije más arriba, aquí tienen el vídeo del meteoro de Cuenca. Y para terminar… ¡Disfruten de las Leónidas!

Ampliación

Otra bola de fuego ha sido detectada en Cádiz la nochde del 16 al 17 de noviembre según informa el proyecto SMART.

Nota

(*) Les dije que casi todos los cometas pertenecen al sistema solar. Sin embargo, el cometa recientemente descubierto C/2017 U1 parece proceder de fuera de nuestro sistema solar. Pueden saber más de él en el primer enlace de las referencias.

Referencias

  • Marín, D. (2017). «C/2017 U1, ¿el primer cometa interestelar?». Eureka (Ver).
  • Pons, R. (2017). «Una guía a las mejores lluvias de estrellas de 2017: cuándo, dónde y cómo fotografiarlas». PhotoPills (Ver).
  • Rendtel, J. (2016). «International Meteor Organization – 2017 Meteor Shower Calendar». IMO Info 2-16 (Ver).
  • «Un bola de fuego cruza los cielos de la provincia desde Minglanilla a Buenache de Alarcón». Voces de Cuenca (Ver).
  • «Detectan sobre el Golfo de Cádiz otra «impresionante» bola de fuego». 20 minutos (Ver).
  • «Una Leónida tan brillante como la Luna». Meteoroides.net desde Facebook (Ver).

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