Perseidas: las Lágrimas de San Lorenzo

¡Llega la lluvia de estrellas más famosa del año! Llegan las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo. El hecho de que tengan lugar en un mes como agosto donde mucha gente suele estar de vacaciones, unido a noches agradables, hace que sean populares entre la población. Incluso a pesar de que no es la más espectacular del año, sí que es una lluvia especialmente activa que hace que muchos levanten la vista al cielo en busca de meteoros o estrellas fugaces. Ahora bien, ¿cómo ver las Perseidas? A lo largo de este monográfico conoceremos algunos de los detalles de esta lluvia de meteoros y, por supuesto, cómo observarla.

En este 2024, siempre según el IMO (International Meteor Organization), el máximo de las Perseidas está previsto para la madrugada del 11 al 12 de agosto con una actividad máxima teórica de 100 meteoros/hora en el momento del máximo si las condiciones son ideales. En la realidad, este máximo nos suele ofrecer tasas de 50-75 meteoros/hora. A pesar de la fecha del máximo, la observación de meteoros de las Lágrimas de San Lorenzo se da entre los días 17 de julio y 24 de agosto. Volviendo a la fecha del máximo, la Luna no estará en la mejor de sus fases para la observación de este enjambre de meteroros. Tendrá una fase próxima al cuarto creciente lo cual estará presente en los cielos hasta aproximadamente las 00:30, por lo que desde esa hora hasta el amanecer, será el mejor momento para verlas.

Consejos para ver las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo en 2024

Mejor a simple vista

Las lluvias de estrellas son fenómenos que suceden a lo largo de toda la bóveda celeste. Por lo tanto conviene abarcar la mayor parte de cielo. Así pues no es necesario usar instrumentos ópticos como prismáticos o telescopios. Una opción es obtener una fotografía de larga exposición y así captar varios meteoros en una sola toma.

Fuera luces

Siempre es mejor alejarse de luces urbanas para tener un cielo lo más oscuro posible y así observar hasta los meteoros más débiles. En el caso de las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo esa idea es buena una vez que la Luna se haya ocultado tras el horizonte. Para los que vivan en una localidad con escasa contaminación lumínica, es un buen momento para salir al campo y lograr un cielo excepcionalmente oscuro.

¿Hará frío?

Por estas fechas, aunque parezca mentira, la madrugada suele ser fría. Podemos pasar de unos 35 ºC durante el día y llegar hasta los 15 ºC por las noches. Por lo tanto, hay que echarse más ropa de abrigo de la se crea que vamos a necesitar. Así, aunque se tenga más frío del previsto no, no nos arruinará la noche de observación. Por supuesto, un termo con bebida caliente o algo de comida también ayuda a llevar de una mejor manera la lluvia de estrellas.

Por todo el cielo

Una de las preguntas más frecuentes sobre cómo observar las estrellas fugaces de las Lágrimas de San Lorenzo es hacia dónde mirar. Suelen aparecer por cualquier lugar del cielo, aunque un buen lugar para mirar es alrededor de la constelación de Perseo ya que es de ahí de donde parecen surgir bajo nuestra perspectiva.

Vayamos acompañados

Siempre que salgamos al campo —una observación astronómica no es una excepción— debemos de intentar en la medida de lo posible ir acompañados. Cualquier imprevisto siempre se soluciona mejor en compañía. No hay que olvidar, independientemente de que vayamos acompañados o no, avisar a alguien de dónde vamos a estar. De este modo estaremos localizados ante cualquier contratiempo.

lluvia de estrellas
Lluvia de estrellas sobre el Teide || Créditos: J.C. Casado/IAC (Fuente).

El origen de las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo

La lluvia de estrellas de las Perseidas reúne muchas similitudes con el resto de lluvias de meteoros. Una de ellas es que tiene como cuerpo progenitor un cometa. Concretamente, el cuerpo que las produce es el 109P/Swift-Tuttle.

Más datos del 109P/Swift-Tuttle

El cometa 109P/Swift-Tuttle, cuerpo progenitor de las Lágrimas de San Lorenzo, fue descubierto de manera independiente por Lewis Swift el 16 de julio de 1862 y tres días más tarde hizo lo propio Horace Tuttle. En 1992, el cometa volvió a pasar por las inmediaciones de nuestro planeta y fue observado nuevamente. El primero en hacerlo en esta nueva órbita fue el japonés Tsuruhiko Kiuchi. Hoy sabemos que su órbita es de aproximadamente 133 años, 3 meses y 10 días, aproximadamente. En los momentos en los que pasa cerca de la Tierra, la máxima actividad de las Perseidas puede verse multiplicada incluso por un factor de cuatro.

Este cometa tendrá un gran acercamiento a la Tierra donde hay probabilidades de impacto con la Tierra o la Luna, aunque son escasas, del orden del 0,0001%. Esto sucedería el 15 de septiembre de 4479. Tras este acercamiento, se prevé que su órbita cambie y sea más difícil hacer una previsión a futuro. Cabe destacar que por esas posibilidades de impacto, su tamaño estimado (26 km de diámetro) y la velocidad que lleva (42,6 Km/s), es el «objeto más peligroso conocido por la humanidad» según Gerrit Verschuur, autor del libro Impact!: the threat of comets and asteroids, editado en 1997 por Oxford University Press. De hecho, su impacto provocaría una catástrofe unas 27 veces mayor que la que acabó con los dinosaurios.

lagrimas de san lorenzo
Imagen del cometa 109P/Swift-Tuttle || Créditos: NASA.

Así se producen las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo

El 109P/Swift-Tuttle deja tras de sí un rastro de partículas llamadas meteoroides. Estos se distribuyen a lo largo de la órbita del cometa formando lo que se conoce como tubo meteórico. La Tierra en su órbita atraviesa este tubo meteórico entrando en él a mediados de julio de julio y saliendo a finales de agosto o principios de septiembre, aproximadamente. Como las órbitas del cometa Swift-Tuttle y la de la Tierra las podemos considerar estables, se cruzan siempre en la misma fecha y por eso la actividad de las Perseidas siempre se produce en la misma época. Por otro lado, nuestro planeta atraviesa la parte más densa del tubo sobre el 12 de agosto y ese es el motivo de que sea el máximo de este evento, conocido popularmente como la noche de las Lágrimas de San Lorenzo.

Según la trayectoria orbital de la Tierra alrededor del Sol con respecto al punto de contacto con el tubo meteórico, forman una línea imaginaria que apunta a la constelación de Perseo y es por eso que esta lluvia de meteoros es denominada «Perseidas». Con esto, cuando los meteoroides dejados tras de sí por el cometa se ven atraídos por nuestro planeta, se precipitan hacia nuestra atmósfera y debido a la fricción, se sobrecalientan hasta unos 2.000 ºC. Esta temperatura hace que el meteoroide comience a desintegrarse al tiempo que se vuelve incandescente, ionizando el aire de su alrededor haciéndolo brillar y provocando la estela que conocemos como meteoro.

El concepto de radiante

El radiante es el punto del que parecen radiar los meteoros. Bajo nuestra perspectiva se encuentra en Perseo, donde en la imagen inferior está marcado con un aspa roja. De este modo, si trazamos la línea imaginaria de los meteoros que vemos en sentido contrario a su trayectoria, todas las Perseidas se cortarán en ese punto radiante.

radiante de las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo
Radiante de las Perseidas marcado con un aspa roja || Créditos: IAU/Sky & Telescope.

El tamaño de los meteoroides

Al plantearse cómo ver las Perseidas, es necesario ponerse en contexto. ¿Qué tamaño tienen los meteoroides que provocan las estrellas fugaces? Cabe destacar que los meteoros se dividen en tres tipos:

  • Bolas de fuego: Una bola de fuego es una estrella fugaz cuyo brillo es considerado mayor al de la Luna llena (mag. —12,0).
  • Bólidos: Un bólido es una estrella fugaz cuyo brillo es considerado mayor al máximo brillo de Venus visto desde la Tierra (mag. —4,6). Incluye a las bolas de fuego.
  • Meteoros: Es una estrella fugaz de cualquier tipo, incluyendo los bólidos y las bolas de fuego.

En cuanto a los tamaños que producen cada uno de estos tipos de meteoros, una estrella fugaz típica está producida por un meteoroide cuyo tamaño ronda el grano de arroz. Teniendo en cuenta que los meteoros se producen a unos 90 kilómetros de altura, imaginen la energía liberada para que algo de ese tamaño sea visto desde la superficie de la Tierra. Un dato que ayuda a comprenderlo es que los meteoros que producen las Perseidas entran en la atmósfera a una velocidad de unos 59 km/s o lo que es lo mismo, unos 212.000 Km/h.

En el caso de los bólidos, pueden estar formados por un meteoroide cuyo tamaño puede ser equivalente al de una manzana. Ya si hablamos de bolas de fuego, el tamaño del objeto que las produce sería equivalente al de una sandía o incluso el de una lavadora. ¡Ah! Y algo aclaratorio: tan solo hablaríamos de meteorito en el caso de que un fragmento de meteoroide toque la superficie de la Tierra y sea recuperado. Es por eso que hablar de «lluvia de meteoritos» o «he visto un meteorito en el cielo», es incorrecto.

Datos técnicos de las Perseidas

Siempre que queramos obtener datos técnicos de una lluvia de estrellas, deben acudir al IMO. Con respecto a las Perseidas no es una excepción. De todos modos, si queremos más información general de las lluvias de estrellas, podemos acudir a este enlace. Con respecto a las Perseidas, allá van:

  • Nombre técnico: 007 PER.
  • Actividad: 14-jul/01-sep.
  • Máximo: 12-jul.
  • Radiante: α: 46º; δ: +58º.
  • Velocidad: 59 km/s.
  • THZ: 100 meteoros/hora.

Y ya solo me queda deciros… ¡Disfrutad de las Perseidas!