Líridas: la lluvia de la primavera
Como siempre, en plena primavera llega puntual una lluvias de estrellas de actividad relativamente notable: las Líridas. No es especialmente famosa, aunque siempre es un buen momento para salir al campo y disfrutar de ella. En esta lluvia de las Líridas, la primera parte de la noche suele tener temperaturas agradables aunque a partir de media noche, el frío suele hacer acto de presencia, algo que puede resultar un inconveniente, por lo que debemos ser previsores. Ahora bien, ¿cómo ver las Líridas? A lo largo de este monográfico conocerán algunos de los detalles de esta lluvia de meteoros y, por supuesto, cómo observarla. En este caso juega en contra el cambio de horario tras el equinoccio, por lo que anochecerá más tarde.
Para estas Líridas 2024, siempre según el IMO (International Meteor Organization), el máximo está previsto para la madrugada del 21 al 22 de abril donde la actividad más alta teórica prevista será de 18 meteoros/hora . A pesar de ello, la observación de meteoros de este enjambre se da entre los días 14 y 30 de abril. Volviendo a la fecha del máximo, la Luna no estará en su momento para la observación de la lluvia de estrellas. Tendrá una fase creciente del 95% de iluminación y prácticamente estará sobre el horizonte durante toda la noche. Esto implica que tan solo se podrán observar los meteoros más brillantes.
Consejos para ver las Líridas
Mejor a simple vista
Las lluvias de estrellas son fenómenos que suceden a lo largo de todo el firmamento. Por lo tanto conviene abarcar la mayor parte de cielo. Así pues no es necesario usar instrumentos ópticos como prismáticos o telescopios. Una opción es obtener una fotografía de larga exposición y así captar varios meteoros en una sola toma.
Fuera luces
Siempre es mejor alejarse de luces urbanas para tener un cielo lo más oscuro posible y así observar hasta los meteoros más débiles. En el caso de las Líridas, debido a la luminosidad de la Luna, no es algo crítico.
Hará frío
Por estas fechas las noches suelen ser frías, sobre todo de madrugada. Conviene echarse más ropa de abrigo de la crean que van a necesitar. Así, si hace más frío del previsto no nos arruinará la noche de observación. Por supuesto, un termo con bebida caliente o algo de comida también ayudará.
Por todo el cielo
Una de las preguntas más frecuentes sobre cómo observar las Líridas es hacia dónde mirar. Suelen aparecer por cualquier lugar del cielo, aunque un buen lugar para mirar es alrededor de la constelación de Lyra.
Mejor acompañados
Siempre que salgamos al campo —una observación astronómica no es una excepción— debemos intentar en la medida de lo posible ir acompañados. Cualquier imprevisto siempre se soluciona mejor en compañía. No debemos olvidar, independientemente de que vayamos acompañados o no, avisar a alguien de dónde vamos a estar. De este modo estaremos localizados ante cualquier contratiempo.
El origen de las Líridas
La lluvia de estrellas de las Líridas, como cualquier enjambre de meteoros, tienen un cuerpo progenitor. Es decir, un objeto que provoca la aparición de los meteros. En este caso el cometa es el C/1861 G1 (Thatcher).
Más datos del cometa C/1861 G1 (Thatcher)
El cometa C/1861 G1 (Thatcher) tiene un período de traslación de 415 años. Su último perihelio sucedió el 3 de junio de 1861, el mismo año de su descubrimiento a cargo de A. E. Thatcher, aunque también de manera independiente por Carl Wilhelm Baeker. Debido a la duración de su traslación no lo volveremos a ver hasta 2283. Como curiosidad, es catalogado como un cometa no periódico debido a que no se ha visto dos veces en el perihelio. De ahí la letra «C». Cuando vuelva a pasar en su próximo perihelio, esa letra se cambiará por una «P» y pasar a ser un cometa periódico cuyo nombre será P/1861 G1 (Thatcher). El resto de parámetros del nombre los pueden consultar aquí.
Así se producen las Líridas
Como todos los cometas, el C/1861 G1 (Thatcher) deja tras de sí un rastro de partículas llamadas meteoroides. Estos se distribuyen a lo largo de la órbita del asteroide formando lo que se conoce como tubo meteórico. La Tierra en su órbita atraviesa este tubo meteórico entrando el día 14 de abril y saliendo el 30 de ese mismo mes. Como las órbitas del C/1861 G1 (Thatcher) y la de la Tierra las podemos considerar estables, se cruzan siempre en la misma fecha y por eso la actividad de las Líridas siempre se produce en la misma época. Por otro lado, nuestro planeta atraviesa la parte más densa del tubo sobre el 23 de abril, y ese es el motivo de que sea el máximo de este evento.
Según la trayectoria orbital de la Tierra alrededor del Sol con respecto al punto de contacto con el tubo meteórico, forman una línea imaginaria que apunta a la constelación de Lyra, donde destaca su estrella más brillante Vega, una de las más luminosas del cielo que además es un vértice del asterismo del Triángulo del Verano. Con esto, cuando los meteoroides dejados tras de sí por el C/1861 G1 (Thatcher) se ven atraídos por nuestro planeta, se precipitan hacia nuestra atmósfera y debido a la fricción se sobrecalientan hasta unos 2.000 ºC. Esta temperatura hace que el meteoroide comience a desintegrarse al tiempo que se vuelve incandescente, ionizando la atmósfera que lo rodea. De este modo, brilla en el cielo dejando una pequeña estela en un fenómeno conocido como meteoro.
El concepto de radiante
El punto radiante es el lugar del que parecen radiar los meteoros bajo nuestra perspectiva. Se encuentra en la constelación de Lyra y, de este modo, si trazamos la línea imaginaria de los meteoros que vemos en sentido contrario a su trayectoria, todas las Líridas se cortarán en ese punto radiante. La siguiente imagen muestra el punto en el que se encuentra en la fecha del máximo.
El tamaño de los meteoroides
Al plantearse cómo ver las Líridas, es necesario ponerse en contexto. ¿Qué tamaño tienen los meteoroides que provocan las estrellas fugaces? Cabe destacar que las estrellas fugaces se dividen en tres tipos:
- Bolas de fuego: Una bola de fuego es una estrella fugaz cuyo brillo es considerado mayor al de la Luna llena (mag. —12,0).
- Bólidos: Un bólido es una estrella fugaz cuyo brillo es considerado mayor al máximo brillo de Venus visto desde la Tierra (mag. —4,6), incluyendo a las bolas de fuego.
- Meteoros: Es una estrella fugaz de cualquier tipo, incluyendo los bólidos y las bolas de fuego.
En cuanto a los tamaños que producen cada una de ellas, un meteoro típico está producido por un meteoroide cuyo tamaño ronda el grano de arroz. Teniendo en cuenta que los meteoros se producen a unos 90 kilómetros de altura, nos podemos hacer una idea de la energía liberada para que algo de ese tamaño produzca efectos visibles desde la superficie de la Tierra. Un dato que ayuda a comprenderlo es que los meteoros que producen las Líridas entran en la atmósfera a una velocidad de unos 49 km/s o lo que es lo mismo 176.400 km/h.
En el caso de los bólidos, pueden estar formados por un meteoroide cuyo tamaño puede ser equivalente al de una manzana. Ya si hablamos de bolas de fuego, el tamaño del objeto que las produce sería equivalente al de una sandía. ¡Ah! Y algo aclaratorio: tan solo hablaríamos de meteorito en el caso de que un fragmento de meteoroide toque la superficie de la Tierra. Es por eso que hablar de «lluvia de meteoritos» o «he visto un meteorito en el cielo», es incorrecto.
Datos técnicos de las Líridas
Siempre que queramos obtener datos técnicos de una lluvia de estrellas, debemos acudir al IMO. Con respecto a las Líridas, no es una excepción. De todos modos, si quieren más información general de las lluvias de estrellas, pueden acudir a este enlace. Con respecto a las Líridas, allá van:
- Nombre técnico: 006 LYR.
- Actividad: 14-abr/30-abr.
- Máximo: 23-abr.
- Radiante: α: 271º; δ: +34º.
- Velocidad: 49 km/s.
- THZ: 18 meteoros/hora.
Y ya solo me queda decirles… ¡Disfruten de las Líridas!