Oriónidas: Las lágrimas del Halley

Octubre se empieza a marchar, los días son cada vez más cortos y el cambio de hora acecha para que anochezca todavía antes. Con estos eventos llega una de las lluvias menos conocidas y, sin embargo, merece que hablemos de ella: las Oriónidas. Este enjambre de meteoros suele ser el último antes de que llegue realmente el frío. Aunque eso no quiere decir que no haya que abrigarse. Al contrario, ¡hay que abrigarse muchísimo! Dicho esto, ¿cómo ver las Oriónidas? A lo largo de este monográfico conoceremos algunos de los detalles de esta lluvia de meteoros y, por supuesto, cómo disfrutarla.

Para estas Oriónidas 2024, siempre según el IMO (International Meteor Organization), el máximo está previsto para la madrugada del 20 al 21 de octubre donde la actividad más alta teórica prevista será de unos 20 meteoros/hora . A pesar de ello, la observación de meteoros de este enjambre se da entre los días 2 de octubre y 7 de noviembre. Volviendo a la fecha del máximo, la Luna está en gibosa menguante y la tendremos visible en el cielo desde prácticamente las 21:00h, por lo que no será una ayuda para disfrutar de esta lluvia. Esto hará que no tengamos un mejor momento para disfrutar de esta lluvia, por lo que, si queremos verla, cualquier momento de la noche será el apropiado.

Consejos para ver las Oriónidas

Mejor a simple vista

Las lluvias de estrellas son fenómenos que suceden a lo largo de todo el firmamento. Por lo tanto conviene abarcar la mayor parte de cielo. Así pues no es necesario usar instrumentos ópticos como prismáticos o telescopios. Una opción es obtener una fotografía de larga exposición y así captar varios meteoros en una sola toma.

Fuera luces

Siempre es mejor alejarse de luces urbanas para tener un cielo lo más oscuro posible y así observar hasta los meteoros más débiles. En el caso de las Oriónidas, ese punto no es tan relevante debido al estado de la Luna.

Hará frío

Por estas fechas las noches suelen ser frías, sobre todo de madrugada con temperaturas que pueden bajar de los 10 ºC. Como siempre, es necesario echarse más ropa de abrigo de la creamos que vamos a necesitar. Así, si hace más frío del previsto, no nos arruinará la noche de observación. Por supuesto, un termo con bebida caliente o algo de comida también ayudará.

Por todo el cielo

Una de las preguntas más frecuentes sobre cómo observar las Oriónidas es hacia dónde mirar. Suelen aparecer por cualquier lugar del cielo, aunque un buen lugar para mirar sobre el horizonte Norte-Este-Sur.

Mejor acompañados

Siempre que salgamos al campo —una observación astronómica no es una excepción— debemos intentar en la medida de lo posible ir acompañados. Cualquier imprevisto siempre se soluciona mejor en compañía. No debemos olvidar, independientemente de que vayamos acompañados o no, avisar a alguien de dónde vamos a estar. De este modo, estaremos localizados ante cualquier contratiempo.

lluvia de estrellas
Lluvia de estrellas sobre el Teide || Créditos: J.C. Casado/IAC (Fuente).

El origen de las Oriónidas

La lluvia de estrellas de las Oriónidas, como cualquier enjambre de meteoros, tienen un cuerpo progenitor. Es decir, un objeto que provoca la aparición de los meteros. En este caso el cometa es el más famoso de todos: el 1P/Halley.

Más datos del cometa 1P/Halley

El cometa Halley tiene un período de traslación de unos 75 años. Su último perihelio sucedió el 9 de febrero de 1986. El siguiente está previsto para el 28 de julio de 2061. Se trata de un cometa brillante, de esos que se pueden ver a simple vista sin problemas en los días de su máximo acercamiento a la Tierra. En cuanto a su descubrimiento, se lleva observando desde la Antigüedad aunque fue Edmund Halley quien se percató de su periodicidad, la calculó, acertó y en su honor lleva su nombre.

Así se producen las Oriónidas

Como todos los cometas, 1P/Halley deja tras de sí un rastro de partículas llamadas meteoroides. Estos se distribuyen a lo largo de la órbita del cometa formando lo que se conoce como tubo meteórico. La Tierra en su órbita atraviesa este tubo meteórico entrando el 2 de octubre y saliendo el 7 de noviembre. Resulta que las órbitas del Halley y la de la Tierra las podemos considerar estables, se cruzan siempre en la misma fecha y por eso la actividad de las Oriónidas siempre se produce en la misma época. Por otro lado, nuestro planeta atraviesa la parte más densa del tubo sobre el 21 de octubre, y ese es el motivo de que sea el máximo de este evento.

Según la trayectoria orbital de la Tierra alrededor del Sol con respecto al punto de contacto con el tubo meteórico, forman una línea imaginaria que apunta a la constelación de Orion, constelación que destaca por sus siete estrellas brillantes formando una forma reconocible por todos. Con todo esto, cuando los meteoroides dejados tras de sí por el Halley se ven atraídos por nuestro planeta, se precipitan hacia nuestra atmósfera y debido a la fricción se sobrecalientan hasta unos 2.000 ºC. Esta temperatura hace que el meteoroide comience a desintegrarse al tiempo que se vuelve incandescente. El calor desprendido es tanto que la atmósfera se ioniza, creando un tubo de ionización que hace brillar esa parte del cielo y dejando una pequeña estela en un fenómeno conocido como meteoro.

El concepto de radiante

El punto radiante es el lugar del que parecen radiar los meteoros bajo nuestra perspectiva. Se encuentra en la constelación de Orion y, de este modo, si trazamos la línea imaginaria de los meteoros que vemos en sentido contrario a su trayectoria, todas las Oriónidas se cortarán en ese punto radiante. La siguiente imagen muestra el punto en el que se encuentra el radiante en la fecha del máximo.

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Radiante de las Oriónidas marcado con un aspa roja || Créditos: IAU/Sky & Telescope.

El tamaño de los meteoroides

Al plantearse cómo ver las Oriónidas, es necesario ponerse en contexto. ¿Qué tamaño tienen los meteoroides que provocan las estrellas fugaces? Cabe destacar que las estrellas fugaces se dividen en tres tipos:

  • Bolas de fuego: Una bola de fuego es una estrella fugaz cuyo brillo es considerado mayor al de la Luna llena (mag. —12,0).
  • Bólidos: Un bólido es una estrella fugaz cuyo brillo es considerado mayor al máximo brillo de Venus visto desde la Tierra (mag. —4,6). Incluye a las bolas de fuego.
  • Meteoros: Es una estrella fugaz de cualquier tipo, incluyendo los bólidos y las bolas de fuego.

En cuanto a los tamaños que producen cada una de ellas, un meteoro típico está producido por un meteoroide cuyo tamaño ronda el grano de arroz. Teniendo en cuenta que los meteoros se producen a unos 90 kilómetros de altura, podemos imaginar la energía liberada para que algo de ese tamaño sea visto desde la superficie de la Tierra. Un dato que ayuda a comprenderlo es que los meteoros que producen las Oriónidas entran en la atmósfera a una velocidad de unos 49 km/s o lo que es lo mismo 176.400 km/h.

En el caso de los bólidos, pueden estar formados por un meteoroide cuyo tamaño puede ser equivalente al de una manzana. Ya si hablamos de bolas de fuego, el tamaño del objeto que las produce sería equivalente al de una sandía. ¡Ah! Y algo aclaratorio: tan solo hablaríamos de meteorito en el caso de que un fragmento de meteoroide toque la superficie de la Tierra. Es por eso que hablar de «lluvia de meteoritos» o «he visto un meteorito en el cielo», es incorrecto.

Datos técnicos de las Oriónidas

Siempre que queramos obtener datos técnicos de una lluvia de estrellas, debemos acudir al IMO. Con respecto a las Oriónidas no es una excepción si lo que queremos es obtener información precisa de esta lluvia. De todos modos, si queremos conocer información general de las lluvias de estrellas, también podemos acudir a este enlace. Con respecto a las Oriónidas, allá van:

  • Nombre técnico: 008 ORI.
  • Actividad: 02-oct/07-nov.
  • Máximo: 21-oct.
  • Radiante: α: 95º; δ: +16º.
  • Velocidad: 66 km/s.
  • THZ: 20 meteoros/hora.

Y ya solo me queda decir… ¡Disfrutad de las Oriónidas!