De la Tierra a la Luna
Entre las muchas obras de Julio Verne (1828-1905) es sobradamente conocida la que lleva por título «De la Terre à la Lune: Trajet direct en 97 heures». Nosotros la conocemos como “De la Tierra a la Luna”, fue publicada en 1865, y en ella, Verne cuantificaba el viaje a la Luna en una duración de 97 horas. ¿Sabéis cuánto duró realmente el viaje de la Tierra a la Luna de la misión Apolo 11, aquélla que puso al primer ser humano en la Luna? Tuvo una duración de algo más de 102 horas, casi 103.
Ése fue el tiempo que se tardó en cubrir la distancia de 387.696 Km y es un tiempo bastante próximo al que estimó el escritor teniendo en cuenta que aún faltaban 92 años para que comenzara la carrera espacial con el lanzamiento del Sputnik I en 1957. Y no es casualidad que se quedara tan cerca, ya que Verne cuando escribía hacía una gran labor de documentación para que sus textos, dentro de la fantasía, fueran lo más rigurosos posible.
La Luna como ejemplo
Cuando hablamos de esas grandes cantidades de kilómetros podemos perder la noción de la distancia. Hagamos una cosa para hacerlo más sencillo: supongamos que tenemos una naranja de 10 cm de diámetro y una cereza de 3. La naranja corresponde a la Tierra y la cereza a la Luna. ¿A qué distancia separaríais la naranja de la cereza para que tuvieran una separación equivalente a los 384.000 Km de media que nos separan? La distancia correcta es de 302 centímetros. ¿Habéis acertado? Muchos de vosotros la habréis situado más cerca de lo que debería estar, pero nos preocupéis, es normal porque al verla tan fácilmente por la noche nos da la sensación de estar más cerca.
Una curiosidad
Siguiendo con la Tierra y la Luna, el otro día estuve leyendo una noticia divulgativa que publicó el Planetario de Madrid y que me dio una noción mucho más clara de lo alejada que está la Luna de la Tierra. Veréis: El resto de planetas del sistema solar, desde Mercurio hasta Neptuno, cabrían uno detrás de otro en la distancia que separa la Tierra de la Luna. Sorprendente, ¿no? Veámoslo siguiendo la proporción de la Tierra reducida a 10 cm:
Mercurio: 4 cm; Venus: 9 cm; Marte: 5 cm; Júpiter: 110 cm; Saturno: 90 cm; Urano: 40 cm; y Neptuno, 40 cm. Uno tras otro cubrirían la distancia de 298 cm, por lo que ¡todavía nos sobrarían 4 centímetros para cubrir los 302 centímetros de separación! Por último, el Sol tendría un tamaño de 10 metros. ¡Y eso que es una estrella de tamaño medio! Por ejemplo, Antares, una estrella supergigante roja situada en la constelación de Scorpio, tendría un tamaño de… ¡7 kilómetros!
- Antonio Pérez Verde
- 15/04/2016
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