El Dial del Destino

El otro día estuve viendo la película Indiana Jones y el Dial del Destino (J. Mangold, 2023). Sin hacer ningún tipo de espoiler, la película comienza en la época de la liberación aliada en la Europa de 1944. Después, el hilo argumental se traslada a 1969. El leitmotiv es recuperar el Dial del Destino o «la Anticitera» que no es otra cosa que las dos mitades que, según la película, componen el Mecanismo de Anticitera. ¿Les suena? En mi primer libro, Por qué mirábamos las estrellas, le dedico un capítulo completo a este artilugio. Volviendo al film, este instrumento está dividido en dos partes y, quien logre poseer sendos fragmentos y los haga funcionar, conocerá los poderes que alberga.

Esta película me parece que es un gran vehículo para acercar el concepto del Mecanismo de Anticitera a aquellas personas que no lo conozcan. De este modo, tal vez despierte la curiosidad y podrán profundizar en todo lo que nos puede ofrecer, que no es poco. Obviamente, en la película se toman ciertas licencias ya que la misión de las películas para con el gran público no es otra que el entretenimiento. Algo que, por otro lado, lo logra de un modo magnífico. Sin embargo, si lo que quieren es saber la verdad del Dial del Destino en la película o de su equivalente real, el Mecanismo de Anticitera, les recomiendo que sigan leyendo. Les hablaré de los puntos a favor de este artilugio según la película; también, de los que aparecen en su contra con respecto al mecanismo real.

Puntos a favor del Dial del Destino

Como bien dicen en la película, el Mecanismo de Anticitera se construyó sobre el siglo III a. C. Casi todo lo que se sabe de él es en base al análisis de los restos de un naufragio frente a las costas de Anticitera, donde se hallaron los restos de este mecanismo. Otra cosa interesante que plasman en el film es que Arquímedes pudo estar detrás de su diseño y, quizás, fuese él quien lo construyó. Es una teoría bastante aceptada por la comunidad arqueológica. Sin embargo, por determinados funcionamientos del Mecanismo de Anticitera, existen movimientos lunares que no habían sido descubiertos en tiempos de Arquímedes. Es por eso que su constructor pudo ser Hiparco de Nicea ya que las pruebas arqueológicas, grafológicas y astronómicas, encajan con él. Otro dato real que comentan en la película es que instrumentos de una complejidad similar al Mecanismo de Anticitera no se construyeron en Europa hasta 1.000 años más tarde.

El Dial del Destino || Créditos: Indiana Jones Wiki Fandom (Visitar).

En la película citan que el Mecanismo de Anticitera servía para conocer la posición celeste de los planetas con respecto al fondo de estrellas fijas. Según se sabe por las investigaciones que se han hecho en base a los restos obtenidos, ese era realmente su uso. Su poseedor podría ser capaz de conocer la ubicación de los orbes celestes en tiempos futuros, con todo el poder que ello conllevaría.

Además, me llamaron la atención algunas partes de la película donde se muestra de cerca el Dial del Destino. Pude ver que algunas de las inscripciones que aparecen son correctas y se podrían considerar similares a las que aparecen en su equivalente real. En el apartado y subapartados de «Qué sabemos del Mecanismo de Anticitera» podrán saber más al respecto.

Puntos en contra del Dial del Destino

Una de las premisas de la película es que el Dial del Destino está fragmentado en dos partes. La humanidad posee una de ellas y la misión es encontrar el otro fragmento. Esto no es más que una licencia de guion. El mecanismo, hasta donde se sabe en la actualidad, no estaba concebido para separarse en partes. Todo era un mismo artilugio enmarcado dentro de una delicada caja de madera. Es cierto que según algunos escritos, como veremos en el siguiente apartado, pudo haber dos mecanismos. Aunque lo cierto es que tan solo se han recuperado los fragmentos de uno de ellos. Como dato intersante, los restos son visitables en el Museo de Atenas.

Cartel de Indiana Jones y el Dial del Destino.

La forma que presenta el Dial del Destino es aproximada pero no exacta a lo que sería el Mecanismo de Anticitera. En base a las investigaciones más recientes, han deducido cómo podría ser, algo que podrán ver en el siguiente apartado. A pesar de todo, su parecido se puede considerar como razonable.

¿Qué sabemos del Mecanismo de Anticitera?

En mi libro Por qué mirábamos las estrellas hablo del mecanismo de Anticitera. Aprendí mucho escribiendo ese capítulo y les puedo asegurar que es un instrumento tan extraño como interesante. Si nunca han oído hablar de este artilugio, en los siguientes subapartados les haré un breve resumen de qué es, cómo funcionaba y cómo sabemos lo que era.

Referencias clásicas a este mecanismo

En la obra De re publica, de Marco Tulio Cicerón (106 a. C. — 43 a. C.), se mencionan dos máquinas construidas por Arquímedes. Se describen como mecanismos para predecir posiciones planetarias, solares y lunares. También menciona la posibilidad de conocer cuándo se producirá un eclipse. ¡Imaginen la capacidad tecnológica requerida para construir algo así!

¿Cómo se descubrió?

Este mecanismo fue descubierto en 1901 durante una exploración del naufragio de un barco romano. Los restos están situados a cincuenta metros de profundidad frente a las costas de la isla griega de Anticitera. En total se han recuperado 82 fragmentos, equivalente a la tercera parte del mecanismo completo, según las estimaciones actuales. Por supuesto, los fragmentos están en un alto grado de deterioro debido a la corrosión. A pesar de ello, se han podido analizar hasta treinta ruedas dentadas así como detalles milimétricos excepcionalmente precisos. En base a todo lo descubierto, se piensa que su uso estaba relacionado con una simulación de la esfera celeste, albergado en una caja de unos treinta centímetros de alta.

El mayor de los fragmentos recuperados del Mecanismo de Anticitera, expuesto en el Museo de Atenas.

Primeros estudios de «El Dial del Destino»

A pesar de ser descubierto en 1901, no fue hasta la década de 1970 cuando este instrumento empezó a despertar el interés de los científicos. El físico e historiador Derek John de Solla y al físico nuclear Charalampos Karakalos, mostraron al mundo lo sorprendente del Mecanismo de Anticitera. Para ello analizaron con rayos X y gamma los restos del mecanismo. Además, el biólogo Jacques Cousteau logró recuperar más piezas en el lugar del naufragio.

Rápidamente se dieron cuenta que aquello era demasiado avanzado para lo que se consideraba que era la tecnología de la época. Sin duda, los conocimientos en Astronomía e Ingeniería eran mayores de los que teníamos preconcebidos. De hecho, hasta la Edad Media no se volvieron a ver instrumentos de esa complejidad. Esto hace ver lo avanzados que eran nuestros antepasados y lo poco que sabemos de ellos.

En las investigaciones también hallaron referencias a algo parecido a un manual de instrucciones escritas en griego antiguo con mezcla del corinto. Esta última lengua era la que se hablaba en Siracusa —por ser colonia de Corinto—, lugar natal de Arquímedes y donde pasó la mayor parte de su vida. Tomando como referencia el texto recuperado de Cicerón, no es descabellado pensar que el siracusano estuviese detrás del artefacto, ya fuera en diseño o incluso en su construcción.

La mayor simulación del Mecanismo de Anticitera

De los estudios de de Solla y Karakalos pasamos a los de Tony Freeth, del University College de Londres. Él y su equipo realizaron la que es considerada como la mayor simulación del Mecanismo de Anticitera. Este trabajo puede consultarse en la revista científica Scientific Reports (Freeth, 2021). El artículo en cuestión se titula «A Model of the Cosmos in the ancient Greek Antikythera Mechanism» (ver). Su particular «Dial del Destino» nos permite ver, con gran detalle, cómo pudo ser el Mecanismo de Anticitera en la realidad.

Freeth lleva tiempo analizando el Mecanismo de Anticitera, concretamente desde 2005. En 2021, con todos los datos analizados y replicados desde entonces, publicó esta gran simulación en 3D. Allí se recrea un sistema epicíclico muy similar al que desarrollaría Claudio Ptolomeo (100 d. C. — 170 d. C.) en su Almagesto. Es decir, unos 350 años después de que se desarrollase el artilugio. Cabe preguntarse: ¿y si Ptolomeo se basó en el segundo mecanismo del que habla Cicerón para establecer su teoría? Puede que nunca lo sepamos.

Las ruedas de los planetas en el «Dial del Destino»

En la simulación de Freeth estudiaron todos los engranajes recuperados. Vieron que tenían relación con los ciclos sinódicos de los planetas. Esto quiere decir que sabían cuántas veces aparecía un planeta en un mismo lugar del cielo en un período de tiempo determinado. Un ejemplo: el ciclo sinódico de Venus es considerado de 5:8 como una buena aproximación. Esto quiere decir que se muestra en un mismo punto del cielo cinco veces en ocho años. El ciclo sinódico de Venus más preciso que se conoce es el de 720:1151. Por otro lado, en el Mecanismo de Anticitera aparecen asociados a Venus los valores 289 y 462. Esto se correspondería con un ciclo sinódico de Venus que tan solo se desvía un 0,000308% con respecto al de 720:1151. Esto demostraría que este mecanismo está basado en siglos y siglos de observación, por lo que abarcaría todo el conocimiento astronómico acumulado hasta la época, no sólo de Grecia, sino también de Mesopotamia y Egipto.

¿Hay engranajes tan grandes en el Mecanismo de Anticitera como para representar esos valores de 289 y 462? Lo cierto es que no. El motivo es que aprovecharon los mínimos comunes múltiplos de los ciclos sinódicos entre los demás planetas para utilizar engranajes en común y así ahorrar espacio. De esta forma, toda la mecánica celeste de Mercurio, Venus, el Sol, la Luna, Marte, Júpiter y Saturno podría estar confinada en una pequeña caja.

Simulación de Freeth del Mecanismo de Anticitera || Créditos: Freeth et al, 2021.

El calendario egipcio del Mecanismo de Anticitera

También me gustaría mostrarles dos de las características marcadas en los diales del Mecanismo de Anticitera. Una de ellas es el calendario egipcio representado; la otra, el nombre de los signos zodiacales.

Según la simulación de Freeth, el calendario egipcio viene representado en el dial más externo del Mecanismo de Anticitera y muestra los distintos meses. A saber:

  • ΘΟΘ (Thoth)
  • ΦΑΩΦΙ (Phaophi)
  • ΑΟΤΡ (Athyr, Hathor)
  • ΧΟΙΑΚ (Choiak)
  • ΤΥΒΙ (Tybi)
  • ΜΕΧΕΙΡ (Mecheir)
  • ΦΑΜΕΝΩΘ (Phamenoth)
  • ΦΑΡΜΟΥΘΙ (Pharmouthi)
  • ΠΑΧΩΝ (Pachon)
  • ΠΑΥΝΙ (Payni)
  • ΕΠΙΦΙ (Epiphi)
  • ΜΕΣΟΡΗ (Mesore)
  • ΕΠ (Ep[agomene])

donde ΕΠ representa el mes de cinco días que se corresponde con los epagómenos. Es decir, Durante ellos se celebraba el nacimiento de cinco de sus dioses más importantes: Osiris, Horus, Seth, Isis y Neftis.

El zodiaco del «Dial del Destino»

Por otro lado, en el Mecanismo de Anticitera aparecen representados los nombres de los signos zodiacales en griego, también en base a la simulación de Freeth. A saber:

  • ΚΡIOΣ (Krios o Aries)
  • ΤΑΥΡΟΣ (Tauros o Tauro)
  • ΔIΔΥΜΟΙ (Didymoi o Géminis)
  • ΚΑΡΚIΝΟΣ (Karkinos o Cáncer)
  • ΛEΩΝ (Leon o Leo)
  • ΠΑΡΘEΝΟΣ (Parthenos o Virgo)
  • ΧΗΛΑΙ (Chelai o Garra de Escorpión/Libra)
  • ΣΚΟΡΠΙΟΣ (Skorpios o Escorpio)
  • ΤΟΞΩΤΗΣ (Toxotes o Sagitario)
  • ΑIΓOΚΕΡΩΣ (Aigokeros o Capricornio)
  • YΔΡΟΚΟΟΣ (Hydrokoos o Acuario)
  • IΧΘΕIΣ (Ichtheis o Piscis)
Detalle de la simulación de Freeth que muestra los meses en el dial más externo y los signos zodiacales en su dial inmediatamente más interno || Créditos: Créditos: Freeth et al, 2021.

Ya para terminar…

La simulación de Freeth requiere de una pieza que no ha sido descubierta. Se trata de un disco de 63 dientes, crucial para que el mecanismo funcione correctamente. Ese es el verdadero misterio que se podría haber planteado en Indiana Jones y el Dial del Destino: la búsqueda de esa pieza. Sin embargo, si esa pieza existe, tarde o temprano aparecerá y dará solidez al modelo simulado por Freeth.

Espero que les haya resultado interesante este texto más largo de lo normal. Como ven, he utilizado una película donde el Dial del Destino no es otra cosa que el Mecanismo de Anticitera. Espero que les haya gustado y, si lo desean, sigan profundizando en este maravilloso instrumento como es en Mecanismo de Anticitera. Si quieren algo por donde empezar, ya saben: Por qué mirábamos las estrellas.

Antonio Pérez Verde:

Comentarios: (0)