Carolina Marín y su tatuaje

Antes de nada, me gustaría dedicarle unas palabras a Carolina Marín. Dudo que lea esto, pero me apetece escribirlo dada su trayectoria y aprovechar para escribir sobre un detalle de un tatuaje que he podido ver en ella esta misma mañana durante su partido de hoy.

Querida Carolina,

En primer lugar me gustaría felicitarte no solo por los Juegos Olímpicos que has desarrollado en París, sino por toda tu trayectoria. Es admirable todo lo que has hecho y cómo has situado a España y a Huelva, tu tierra, en el mundo del bádminton. Para los que nos gusta el deporte, la medalla de oro eres tú misma, tanto por lo que has logrado como por los valores que transmites.

La lesión de hoy nos ha estremecido a todos. Cuando he visto que esa rodilla derecha se doblaba de manera antinatural, me ha dolido. Creo que todos hemos sentido tu dolor y se nos ha encogido el corazón cuando el tuyo se ha roto al ver que no podías seguir. Tan solo puedo desearte una buena recuperación y que tras las pruebas a las que te someterás, indiquen que se trata de una lesión menor.

Mucho ánimo, Carolina, y desearte la mejor de las recuperaciones. Siempre serás la número uno.

Carolina Marín y Galileo

Como he dicho más arriba, me fijé en un tatuaje que Carolina Marín lleva en la cara posterior del antebrazo derecho. Lo he buscado en alguna imagen de sus redes sociales. Ahí estaba, en su publicación más reciente en Instagram aparecía esta foto donde destaco en el recuadro azul el tatuaje al que quiero hacer referencia.

Cuando lo vi, me vinieron a la cabeza los dibujos que Galileo hizo del planeta Júpiter con los cuatro satélites jovianos. Galileo plasmó en papel lo que vio a principios de 1609 con su recién construido telescopio. Aunque no está del todo claro que Galileo inventase en telescopio, ya que hay otros candidatos mejor posicionados, de lo que parece que no hay duda es de que Galileo fue la primera persona que realizó observaciones astronómicas documentadas.

Estos dibujos que me vinieron a la cabeza los publicó en su obra Sidereus nuncius, que vio la luz en 1610 y que es considerada una obra clave en la historia de la Ciencia. Pero, ¿quién sabe? Igual estoy equivocado y ese tatuaje no tiene nada que ver con eso. No lo sé. ¿A vosotros qué os parece? En la siguiente imagen os muestro la comparativa donde la disposición aparece girada 180º la una con respecto a la otra:

La revolución galileana

El Sidereus nuncius de Galileo resultó un duro golpe para el pensamiento geocentrista. El hecho de mostrar cómo cuatro cuerpos orbitaban al planeta Júpiter demostraba que no todo giraba alrededor de la Tierra. Además, en esta obra también se muestran las montañas de la Luna, demostrando que nuestro satélite no era una esfera perfecta, celestial, sino que tenía accidentes geográficos como nuestro planeta.

También observó Venus y sus fases, publicándolo también en el Sidereus nuncius. Sin embargo, esto lo estudió más profundamente en su publicación de 1632 titulada Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo Tolemaico, e Coperniciano . Ahí demostraba que, analizando tamaño y fases, nuestro planeta vecino giraba alrededor del Sol y no alrededor de la Tierra.

Volviendo a Júpiter, los dibujos por los que dedujo que esos cuatro puntitos giraban alrededor del gran planeta, forman parte de una secuencia donde se ve cómo cambian de posición con respecto a los días, siendo el último de la secuencia el que aparece en el tatuaje:

Carolina Marín y el Deporte

Ya para terminar este pequeño homenaje que quiero tener con Carolina Marín, me gustaría decir algo: La Ciencia no se comprende sin la figura de Galileo, del mismo modo que el Deporte no se comprenderá sin la figura de Carolina Marín.

Me explico. De los conocimientos de Galileo bebieron Johannes Kepler y más tarde, Isaac Newton. De la experiencia acumulada por Carolina Marín beberán deportistas, quizás hoy desconocidos para nosotros, pero que seguirán revolucionando el Deporte y el día de mañana serán grandes nombres.

Quiero terminar mencionando los valores que ha demostrado siempre que ha competido, las ganas de superarse y la forma de afrontar los malos momentos. Son aspectos que caracterizan a los grandes deportistas. Además, lo ha logrado participando en un deporte minoritario (cada vez menos, por suerte) como es el bádminton.

Por todo eso, tú, Carolina Marín, siempre serás de oro.