LHS 475 b: El primer exoplaneta del Webb
El telescopio Webb ya ha confirmado su primer exoplaneta. Se llama LHS 475 b, es un planeta tipo-Tierra y está situado a «tan solo» 41 años luz de distancia en dirección a la constelación de Octans. El hallazgo ha sido posible gracias a los indicios proporcionados por la sonda TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) de la NASA. Partiendo de los datos de TESS, un equipo de investigación dirigido por Kevin Stevenson y Jacob Lustig-Yaeger, ambos del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos), decidieron echar mano del instrumento NIRSpec (Near-Infrared Spectrograph) del Webb.
Ante la sorpresa de muchos, el espectrógrafo del Webb distinguió este planeta extrasolar de una forma fácil y clara en tan solo dos observaciones del tránsito. Resulta ser un tipo-Tierra, es decir, un exoplaneta rocoso cuyo tamaño es aproximado al de nuestro planeta. «El hecho de que también sea un planeta pequeño y rocoso es impresionante para el observatorio», explicó Stevenson. Mark Clampin, director de la División de Astrofísica de la NASA. Con esto, todo apunta a que con la sensibilidad del Webb, los descubrimientos relativos a exoplanetas serán cuantiosos.
La atmósfera de LHS 475 b
De todos los telescopios operativos a día de hoy, solo el Webb es capaz de caracterizar las atmósferas de exoplanetas del tamaño de la Tierra. En este caso, al haber sido analizado con tan solo dos observaciones, todavía no saben a ciencia cierta si tiene o no atmósfera. Erin May, también del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, explica que «el telescopio es tan sensible que puede detectar fácilmente una variedad de moléculas, pero aún no podemos sacar conclusiones definitivas». Con esa declaración, personalmente pienso que esto apunta a que dentro de poco tendremos un artículo científico con los resultados de estos análisis de moléculas, bien tras analizar con profundidad esos datos, bien con una segunda tanda de observaciones sobre LHS 475 b.
A pesar de que no saben qué moléculas hay en la atmósfera de este exoplaneta, sí que saben las que no están. «No puede tener una atmósfera espesa dominada por metano, similar a la de la luna Titán de Saturno», explicó Lustig-Yaeger. Lo que sí saben en base a modelos es que una atmósfera compuesta totalmente de dióxido de carbono en unas cantidades para que se considere espesa, sería difícil de detectar. Por lo tanto, esa opción es una de las que los científicos barajan. Pero son necesarias más observaciones para recopilar más datos, algo que está previsto para el verano de este año.
Un mundo parecido a Venus
Los científicos también creen que este nuevo mundo se podría parecer más a Venus ya que los datos del Webb revelan que el planeta es algunos cientos de grados más cálido que la Tierra. Falta ver si con las nuevas observaciones se detectan nubes. En el caso de nuestro planeta Vecino, su atmósfera es espesa, compuesta prácticamente en su totalidad por dióxido de carbono y está permanentemente envuelto en una espesa nube.
Algunos parámetros orbitales de LHS 475 b
Los investigadores también confirmaron que el planeta completa una órbita en solo dos días, algo que fue revelado prácticamente al instante gracias a la nítida curva de luz del Webb. Esto implica que está muy cerca de su estrella. De hecho, está más cerca de su estrella que Mercurio del Sol. Su estrella madre es una enana roja con menos de la mitad de temperatura de nuestra estrella, algo que refuerza la presencia de una atmósfera.
Con este hallazgo y la precisión de los datos obtenidos se abre la posibilidad de identificar planetas del tamaño de la Tierra orbitando a estrellas rojas más pequeñas incluso que LHS 475. La precisión del Webb en su tarea de investigar el campo de los exoplanetas ya ha sido puesta de manifiesto. Seguro que pronto se anuncian más descubrimientos en este campo con unos resultados que, con total seguridad, nos resultarán sorprendentes.
Referencias
- Antonio Pérez Verde
- 12/01/2023
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