Una década de Curiosity en Marte
¡Diez años ya! Hace una década, un complejo y pionero sistema de descenso posó al rover Curiosity de la NASA sobre la superficie de Marte. Ahí comenzó la aventura de un robot del tamaño de un vehículo compacto, el más grande enviado a Marte hasta la fecha. Uno de sus objetivos era averiguar si el planeta rojo reunía las condiciones necesarias para albergar vida.
En una década, Curiosity ha recorrido casi 29 kilómetros y ha ascendido 625 metros. Mientras tanto, continúa explorando el cráter Gale y su montaña central, Aeolis Mons, o Monte Sharp para los amigos. El rover ha analizado 41 muestras de rocas y suelos para comprender este maravilloso mundo rojo. También lanzó el reto de idear formas de minimizar el desgaste y mantener el rover en marcha debido a la inesperada agresividad del terreno. Y se ha conseguido. Recientemente la misión del rover se ha extendido otros tres años.
Una década de trabajo y excelentes resultados
Ha sido una década llena de trabajo tanto para el rover como para el equipo de técnicos, científicos e ingenieros que tiene detrás. Curiosity ha estudiado los cielos de Marte capturando imágenes de nubes brillantes. También, el sensor de radiación permite a los científicos medir la cantidad de radiación de alta energía a la que estarían expuestos los futuros astronautas en la superficie marciana, lo que ayuda a la NASA a descubrir cómo mantenerlos a salvo.
Aguas ricas en nutrientes: el gran hallazgo
Quizás, lo más importante que ha logrado Curiosity ha sido determinar que el agua líquida, así como los componentes químicos y los nutrientes necesarios para sustentar la vida, estuvieron presentes durante al menos decenas de millones de años en el cráter Gale. Ahora sabemos que se trata de un lugar que alguna vez tuvo un lago, cuyo tamaño aumentó y disminuyó con el tiempo. Cada capa de estratos del Monte Sharp sirve como registro de una época en la vida del planeta rojo.
Ahora, el intrépido rover está viajando a través de un cañón que marca la transición a una nueva región. Esta zona a la que está llegando se cree que se formó cuando el agua se estaba secando, depositando un tipo de minerales llamados sulfatos.
Curiosity ha progresado sorprendentemente en su viaje por el Monte Sharp. En 2015, el equipo capturó una imagen que bien podría ser una postal que mostraba lejanas montañas. Una mera mota dentro de esa imagen es una roca del tamaño del propio Rover. Fue apodada «Ilha Novo Destino». Casi siete años después, el rover ha pasado junto a ella.
El equipo planea pasar los próximos años explorando la zona de sulfatos. Allí tiene en mente objetivos como el canal Gediz Vallis, que puede haberse formado durante una inundación, y grandes fracturas cementadas que muestran los efectos del agua subterránea.
El secreto de Curiosity para llegar a una década de trabajo
¿Cuál es el secreto de Curiosity para mantener un estilo de vida activo a la madura edad de 10 años? Sin duda la respuesta está en el equipo de cientos de ingenieros dedicados a pleno rendimiento al rover, velando por su seguridad y decidiendo cual es el camino más seguro para llegar a sus objetivos.
Ellos evalúan todas y cada una de las grietas en las ruedas, prueban cada línea de código antes de que se transmita al espacio y perforan interminables muestras de rocas en el «Patio Marciano» del JPL para asegurar que Curiosity pueda hacer lo mismo de manera segura.
De hecho, cuando haces aterrizar algo en Marte, has de tener en cuenta que no hay nadie para repararlo en decenas de millones de kilómetros a la redonda, en el mejor de los casos.
Reinventando el proceso de perforación
El proceso de perforación de Curiosity, por ejemplo, se ha reinventado varias veces desde su aterrizaje. En un momento, el taladro estuvo fuera de servicio durante más de un año ya que los ingenieros rediseñaron su uso para parecerse más a un taladro de mano. Más recientemente, un conjunto de mecanismos que permiten que el brazo robótico se mueva o permanezca en su lugar dejó de funcionar. Aunque tras algunas reparaciones remotas, esta totalmente operativo. Eso sí, el equipo ha tenido que aprender a perforar con precaución para preservar estos arreglos.
El desgaste de ruedas
Para minimizar el daño a las ruedas, los ingenieros están atentos a los lugares que pueden resultar dañinos. Un ejemplo puede ser el terreno afilado como la vertebral de un cocodrilo que descubrieron recientemente. También desarrollaron un algoritmo de control de tracción para ayudar a desplazarse de una forma más segura.
La reducción de potencia
El equipo ha adoptado un enfoque similar para gestionar la reducción de potencia que está experimentando el rover. Curiosity emplea una batería de energía nuclear de larga duración en lugar de paneles solares. A medida que las partículas de plutonio se descomponen en la batería, generan calor que el rover convierte en energía. Por lo tanto, las baterías no generan la misma potencia que en sus inicios y el rover no puede hacer uso de la misma cantidad de energía que la proporcionada en su primer año.
Por lo tanto, el equipo continúa estimando cuánta energía usa el rover cada día y ha evaluado las actividades que se pueden realizar en paralelo para optimizar la energía disponible.
Con todos ello, a través de una cuidadosa planificación, el equipo tiene todo para darle al rover Curiosity varios años de exploración marciana.
- Antonio Pérez Verde
- 06/08/2022
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