NGC 1850 y el joven agujero negro

Un agujero negro, de por sí, es difícil de detectar. Al no emitir luz visible se hace complicado verlos. Si lo analizamos en otras bandas del espectro electromagnético, podemos ver algunos de los efectos que produce. Pero verlo, verlo como tal, es complicado. De hecho, recordarán aquella famosa primera imagen directa de un agujero negro y todo el despliegue tecnológico que se tuvo que llevar a cabo para obtenerla. Y como en el circo, hay un «más difícil todavía»: ¿y si el agujero negro estuviese escondido en un cúmulo de estrellas? Hoy les traigo una investigación centrada en el objeto NGC 1850 relacionada con agujeros negros.

La investigación se ha llevado a cabo con el instrumento MUSE (Multi Unit Spectroscopic Explorer) del VLT (Very Large Telescope) en las instalaciones de ESO (Observatorio Europeo Austral). Han analizado a NGC 1850, un cúmulo de miles de estrellas situado a unos 160.000 años luz en la Gran Nube de Magallanes (LMC), una galaxia satélite de nuestra Vía Láctea. Como les digo más arriba, los científicos no han logrado ver el agujero negro directamente. Lo que sí han podido apreciar son los movimientos en una estrella cercana a él, una estrella de las miles que conforman el cúmulo.

Gran Nube de Magallanes
La Gran Nube de Magallanes captada por el telescopio VISTA (Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy) de ESO || Créditos: ESO/VMC Survey (Ampliar).

…y Sherlock Holmes saca la lupa

La investigadora principal de este estudio, Sara Saracino del Instituto de Investigación Astrofísica de la Universidad John Moores de Liverpool (Reino Unido), compara esta investigación con el personaje más famoso creado por sir Arthun Conan Doyle. «Observamos todas y cada una de las estrellas de entre ese cúmulo y, como Sherlock Holmes cuando seguía los pasos en falso de una banda criminal con su lupa, tratamos de encontrar alguna evidencia de la presencia de agujeros negros, aunque sin verlos directamente».

NGC 1850 alberga al «primer criminal»

La investigación (Saracino, 2021) ha sido publicada en la revista científica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. «El resultado que mostramos representaría solo a uno de los criminales buscados, pero cuando has encontrado uno, estás en el buen camino de descubrir muchos otros en diferentes cúmulos», explica Saracino. De hecho, este primer «criminal» se trata de un agujero negro unas 11 veces más masivo que nuestro Sol. Lo que los científicos han podido ver de este «crimen», siguiendo con la analogía, es el humo de la pistola tras ser disparada, que se ha manifestado en este caso en forma de influencia gravitatoria en una estrella de unas 5 masas solares que orbita al agujero negro.

NGC 1850
Representación artística que muestra el agujero negro de NGC 1850 junto a la estrella que lo orbita || Créditos: ESO/M. KornmesserUnit Spectroscopic Explorer (MUSE) instrument at ESO’s Very Large Telescope in Chile (Ampliar).

¿Cómo se detectan estos agujeros negros?

No es la primera vez que se detectan agujeros negros de masa estelar como este en otras galaxias. Se han visto captando sus emisiones en la banda de los rayos X producidas al engullir la materia que los rodea. También se han apreciado a partir de las ondas gravitacionales que producen cuando dos de estos agujeros negros de masa estelar chocan entre sí. Sin embargo, por observaciones realizadas, descubrir un agujero negro por sus consecuencias en base a rayos X o por ondas gravitacionales no es lo típico. Como afirma Stefan Dreizler, científico en la Universidad de Gotinga (Alemania) que también participa en la investigación, «la presencia de la gran mayoría sólo puede revelarse dinámicamente».

Este método dinámico que han utilizado Saracino y su equipo podría permitir a la comunidad astronómica detectar muchos más agujeros negros. «Cuando un agujero negro forma un sistema con una estrella, este afectará al movimiento de la estrella de forma sutil pero detectable, por lo que, con sofisticados instrumentos, seremos capaces de encontrarlos», explica Dreizler.

NGC 1850
Composición de NGC 1850 a base de imágenes tomadas en luz visible con el VLT de ESO y el telescopio espacial Hubble (NASA/ESA). Los filamentos rojizos que rodean al cúmulo se cree que podrían ser restos de explosiones de supernova || Créditos: ESO, NASA/ESA/M. Romaniello (Ampliar).

NGC 1850, un joven cúmulo de 100 millones de años de edad

Por otro lado, el cúmulo NGC 1850 es muy joven. Tan solo tiene 100 millones de años, algo que en tiempo cósmico es un suspiro. Para que se hagan una idea, hay dinosaurios que cuando habitaron nuestro planeta, todavía no había nacido este cúmulo. Esta juventud hace que haya sido la primera vez que se detecta un agujero negro en un cúmulo estelar joven. De esta forma, usando este método se podrían encontrar nuevos agujeros negros en cúmulos jóvenes y, por lo tanto, se trataría de agujeros negros también jóvenes, lo que podría arrojar luz sobre cuáles son los primeros pasos de un agujero negro al compararlos con agujeros negros de mayor edad.

Artículos científicos relacionados

Saracino, S.; Kamann, S.; Guarcello, M.G.; Usher, C.; Bastian, N.; Cabrera-Ziri, I.; Gieles, M.; Dreizler, S.; Da Costa, G.S.; Husser, T.-O.; Hénault-Brunet, V.; (2021) A black hole detected in the young massive LMC cluster NGC 1850. Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, stab3159. DOI: 10.1093/mnras/stab3159 (Ver).

Referencias

  • Black hole found hiding in star cluster outside our galaxy. eso2116 – Science Release (Ver).
  • Descubierto un agujero negro oculto en un cúmulo estelar fuera de nuestra galaxia. eso2116es – Comunicado científico (Ver).

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