«Away», un viaje a Marte muy recomendable

Acabo de terminar de ver Away y, la verdad, me ha dejado satisfecho. Se trata de una serie producida por Netflix que habla de un futuro cercano, cuando tiene lugar el primer viaje tripulado a Marte. La serie se estrenó el pasado 4 de septiembre y consta de 10 capítulos. Vaya por delante que toda la información explícita que daré se obtiene antes de que finalice el segundo capítulo, por lo que podrán leer todo esto sin peligro. Salvo en el último apartado titulado «Si siguen leyendo… ¡Cuidado!«. Ahí hablaré sobre todo del último capítulo y de algunos detalles que se desarrollan a lo largo de la serie (Aquí podrán ver el trailer de la serie).

Away está protagonizada por Hillary Swank (E. Green), Ray Pantaki (R. Arya), Vivian Wu (L. Wang), Mark Ivanir (M. Popov), y Ato Essandoh (K. Weisberg-Abban) en el papel de astronautas. También coprotagonizan la serie Josh Charles (M. Logan) y Talitha Eliana Bateman (A. Logan) como marido e hija de la comandante Green.

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Fuente: Filmaffinity.

Bajo mi punto de vista, Away es una serie recomendable tanto a nivel técnico como a nivel argumental. En la serie no solo podremos ver la parte más puramente técnica que supone un viaje tripulado a Marte, sino también la parte psicológica que pondrán a prueba a los protagonistas y que les llevará a tomar decisiones que afectarán tanto a la misión como a sus vidas.

Alianza internacional

Para llegar a Marte hay que salvar unos costes que resultarían inasumibles para una sola agencia espacial. Esto es así tanto en la realidad como en la ficción. Y en Away lo han solucionado de la manera que está previsto que se solucione en la realidad: asociándose varias agencias espaciales. En la serie, estas agencias son la NASA estadounidense, la ESA europea, la ISRO india, la ROSCOSMOS rusa y la CNSA china. Juntos han logrado crear el programa Mars Joint Initiative.

Además, cada astronauta tiene su rol específico en la misión:

  • Emma Green, comandante del Atlas I que debe llevar a la tripulación con vida a Marte.
  • Ram Arya, comandante segundo y médico de la misión.
  • Lu Wang, química y designada como primera persona en pisar Marte.
  • Kwesi Weisberg-Abban, botánico y único tripulante que no tiene experiencia previa en el espacio.
  • Misha Popov, ingeniero de la misión y la persona que posee el récord mundial de permanencia en el espacio.
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Tripulación del Atlas I || Fuente: Spoiler Bolavip (Ver).

Base lunar como punto de partida

La serie comienza en la base lunar Alpha, una estación en nuestro satélite que se utiliza como puente de lanzamiento hacia Marte. Es algo que se plantea en la realidad ya que resulta más económico lanzar desde la Luna que desde la Tierra. Allí la gravedad es menor y si se tiene en cuenta el tamaño de un cohete tripulado a Marte, merece la pena. Tengan en cuenta que además de la tripulación, la misión debe transportar víveres para los aproximadamente 8 meses de vuelo.

Los astronautas intentarán resolver los contratiempos técnicos que surgirán a lo largo del viaje. Y no solo eso. Explorarán en lo más profundo de sus sentimientos a la hora de resolver conflictos que dejaron en la Tierra. En cada capítulo se revelará al menos una faceta de algún tripulante que resulta desconocida por el resto de la tripulación. Esto les llevará a poner al descubierto algo de su pasado que le hubiese gustado no revelar.

Curiosidades que podemos ver en Away

Me gustaría contarles algunas de las curiosidades que se pueden encontrar en la serie y que, bajo mi punto de vista, le dan un carácter más veraz a la trama.

Las insignias de las agencias espaciales

Las insignias de las agencias espaciales comprometidas con el viaje a Marte que nos muestra Away son ligeramente distintas a las originales. Esto es así porque se requiere un acuerdo previo para que las producciones cinematográficas utilicen los logotipos y no en todos los casos se tuvo ese acuerdo. Es por eso que se decidió modificar sutilmente todas ellas.

Atlas no es un nombre cualquiera

El nombre de la misión, Atlas, está relacionado con el de los cohetes que han puesto las últimas misiones en suelo marciano: Curiosity, InSight y Perseverance, que lleva rumbo hacia allí ahora mismo. Todas ellas fueron sacadas de nuestro planeta por un cohete Atlas, que en este caso es un Atlas V mientras que la misión de Away es el Atlas I.

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Atlas V en configuración 401 || Créditos: NASA/Charles Babir.

Zarya, Unity y Zvezda

Los tres paneles solares del Atlas I se llaman «Zarya», «Unity» y «Zvezda», que también son los nombres de los tres primeros módulos con los que se empezó a componer la ISS (Estación Espacial Internacional).

Un astronauta real en Away

En el primer capítulo de la serie podemos ver el cameo de uno de los asesores técnicos de la serie: Mike Massimino, ingeniero y antiguo astronauta de la NASA. Massimino voló en las misiones STS-109 y STS-125 ambas con destino al telescopio espacial Hubble a bordo del Columbia y Endeavour, respectivamente.

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Mike Massimino en la foto de la misión STS-109 || Créditos: NASA (Ampliar).

Si siguen leyendo… ¡Cuidado!

Muchos de los aspectos que contaré aquí puede que no sean considerados espoiler, pero prefiero que tan solo los lean quienes ya hayan visto la serio o quienes no les importe conocer ciertos detalles aun sin haberla visto.

«Gravedad… ¡ramera despiadada!»

La fuerza gravitatoria es un concepto que está muy bien trabajado en Away. Cuando están en la Luna es apreciable el menor tirón gravitatorio (aprende, Ad Astra). Del mismo modo, los efectos especiales para simular la ingravidez durante el viaje están muy conseguidos y no se ve ningún gesto forzado que invite a pensar precisamente que es un efecto especial.

También la manera de conseguir la «gravedad terrestre» en los camarotes mediante la extensión y rotación de un módulo, es algo que funcionaría para que, por ejemplo, a la hora de dormir, sea lo más «terrestre» posible. Esto también lo vimos en The Martian y en Interstellar.

Eso sí, hay un aspecto que me resultó extraño. Después del incidente que provoca la despresurización de los camarotes, los astronautas se ven obligados a vivir en la ingravidez. Pasan así una parte del viaje. Entonces, aunque la gravedad de Marte sea un tercio la de la Tierra, el hecho de caminar «normalmente» en Marte no sería tan sencillo debido a que los músculos se encontrarían ligeramente atrofiados. Es por eso por lo que este apartado lo titulo parafraseando a Sheldon Cooper de The Big Bang Theory.

Away y las comunicaciones

Los astronautas deben estar en conexión con Control de Misión. La supervivencia de la tripulación depende de ello. Y en la serie se trabaja muy bien cómo la forma de comunicarse cambia a medida que el Atlas I se aleja de la Tierra.

Cuando los astronautas están en la Luna, un mensaje a la Tierra tarda en llegar poco más de 1 segundo. Mientras que en Marte, el retraso aumenta hasta situarse entre los 3 minutos en los máximos acercamientos y los 22 minutos en los máximos alejamientos.

Compresión y descompresión

En el mundo real, cuando un astronauta va a salir a dar un paseo espacial, debe someterse a una descompresión en un módulo aparte. Del mismo modo, cuando regresa del paseo, tiene que volver a entrar en ese mismo módulo para volver a presurizarse antes de entrar al interior de la nave. Este proceso es largo y no instantáneo como muestran algunas películas. Así lo hacen ver en Away donde los tripulantes que van a salir al espacio están del orden de 1 hora en la cámara.

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La astronauta Green preparada para manipular los paneles solares || Fuente: Los Angeles Times (Ver).

¿Cuándo se desarrolla Away?

A lo largo de toda la serie, no dicen en qué año se desarrolla. O al menos no se ha indicado. Sin embargo, en el último capítulo hay un dato que nos indica cuándo podría desarrollarse. El dato lo da Lei Zhan, el hijo de la taikonauta Lu en Control de Misión. Comenta a su padre que está leyendo una historia sobre Marte donde de unos 40 intentos de llegar a Marte, 28 de ellos han sido fallidos.

¿En qué punto estamos en 2020? Llevamos 38 (si mis cálculos no me fallan) intentos de llegar a Marte con 22 aciertos. Teniendo en cuenta que las ventanas de lanzamiento para alcanzar Marte tienen lugar aproximadamente cada 26 meses, y si de media se lanza una misión que aterrice en cada ventana (que es mucho suponer).

Con esto, nos faltarían unos 10 aterrizajes, lo que nos diría que nos faltan unos 260 meses, o lo que es lo mismo, entre 21 y 22 años. Así, la trama de Away se desarrollaría en la década de 2040 siempre y cuando la historia que lee Lei estuviese actualizada. ¿Razonable?

El aterrizaje

Lo cierto es que esperaba que el aterrizaje en Marte sucediese mediante un desprendimiento de una cápsula, dejando atrás la mayor parte del Atlas I, algo similar a como se viene haciendo con los grandes rovers. Pero no. Me sorprendió que el aterrizaje se llevase a cabo con todo el cohete.

No soy experto, ni mucho menos, en dinámica de entrada de cuerpos en la atmósfera marciana. Pero doy por hecho que es razonable. Podría ser. Lo que no me parece real es que durante en aterrizaje, en plena etapa de fricción atmosférica el cohete realice un giro brusco en la orientación para pasar de una casi total horizontalidad a verticalidad. Ese giro de 90º, pienso que en esas condiciones podría destrozar el cohete.

Luego, inevitablemente, el aterrizaje del Atlas I me recordó a los aterrizajes de las etapas reutilizables de los Falcon de SpaceX. Es algo que también resulta razonable.

El guiño de Away a la sonda InSight

Cuando se pierde la comunicación con la Pegasus en el momento de que ésta entraba en la atmósfera marciana, desde Control de Misión y desde la propia Atlas I desconocen cuál ha sido el destino de la sonda. Para conocerlo, recurren a los datos de InSight, misión real que actualmente opera en Marte.

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El sismómetro SEIS fotografiado por la propia sonda InSight || Créditos: NASA/JPL-Caltech; Fuente: SpaceRef (Ver).

Cuando se desarrollan los acontecimientos de Away, InSight ya no está en uso porque los orbitadores que transmitían la señal, ya no operan. Sin embargo, InSight debería seguir transmitiendo y desde la Atlas I podrían captar esas retransmisiones.

Y dan un dato: con el sismómetro de InSight, SEIS (Seismic Experiment for Interior Structure), se podría captar la vibración en superficie que provoca el aleteo de una mariposa. Ese dato es real y muestra la gran sensibilidad del instrumento. Y gracias al dato que captan, intuyen lo que ha pasado con la Pegasus. ¡Ah! Me hizo gracia que también utilizasen la expresión «siete minutos de terror» para referirse a la maniobra de aterrizaje en Marte.

La pregunta del millón

¿Habrá segunda temporada? Espero que sí. Porque hay personajes que admiten un desarrollo mucho mayor. Imaginen: la posible relación entre Green y Arya o la que podría haber entre entre Melissa (Monique Gabriela Curnen) y Matt Logan. Y también, cómo Misha con su ceguera puede desarrollar sus trabajos en Marte tal y como dice Kwesi, «yendo un paso por delante». Así que, con todo eso y más, espero que al menos haya una segunda temporada.

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