Nuevos hallazgos en el crómlech de Totanés
Hace unas semanas finalizaron las excavaciones arqueológicas en el crómlech de Totanés, en la provincia de Toledo. Así que, en primer lugar les hablaré de la excavación propiamente dicha y de las primeras conclusiones con respecto al origen de las rocas. Después, les comentaré los hallazgos que se han producido al analizar la tierra de la excavación y los objetos que se han encontrado. Finalmente, les explicaré lo nuevo que hemos encontrado con respecto a las posibles alineaciones astronómicas.
De todos modos, los que asististeis a la actividad que organizó Ciencia a la Carta el pasado día 28 de septiembre, ya conocerán alguno de estos datos. Sin embargo, les recomiendo leer el texto porque encontrarán nuevos datos. Así que… ¡Adelante!
La excavación del crómlech
La mayor parte de esta exploración se desarrolló en una franja central, interna al crómlech, a lo largo de todo su diámetro. Esta franja se ensanchó al llegar al perímetro Este del círculo para inspeccionar las rocas que delimitan la construcción. Externamente al crómlech se ha excavado alrededor de la piedra ubicada sobre el eje equinoccial como una continuación de la excavación interna.
También se ha topografiado el dique, es decir, el afloramiento granítico de la zona. Se está analizando su factor de ruptura para determinar cómo se han ido desplazando con el paso del tiempo las piedras escindidas de la roca madre. Los trabajos arqueológicos han podido determinar que los constructores del crómlech aprovecharon tanto partes del propio afloramiento (la propia roca madre) como algunas de las piedras escindidas para elaborar la construcción.
El origen de las rocas
Un análisis preliminar de las rocas del crómlech de las que sí han sido colocadas por el ser humano ha mostrado que su origen está en el propio dique. Esto se ha deducido porque el granito que conforman los dos tipos roca, es decir, la manipulada por los constructores del crómlech y las que conservan su posición natural, tienen un aspecto similar en cuanto a tamaño y morfología de los cristales de cuarzo y feldespato que las conforman.
Parte de la tierra extraída de las excavaciones está todavía en análisis. Aproximadamente un 20 % de ella se vertió en un tanque de flotación para determinar si existen en ella restos de semillas o fragmentos orgánicos quemados que pudiesen ser utilizados en rituales. Para la reconstrucción del paisaje vegetal del pasado se han tomado varias muestras de tierra sin pasar por el proceso flotación, de los diferentes estratos, a través de las cuales se realizará un estudio palinológico, es decir, un estudio de los pólenes. El 80 % restante ha sido cribada, lo que ha permitido que ningún resto de pequeño tamaño pasase desapercibido y se perdiera durante el proceso de excavación.
Hallazgos
Tras retirar la cobertura vegetal y unos primeros niveles de poca potencia correspondientes a la época contemporánea, se detectaron una serie de estratos de época medieval, en concreto al tiempo de dominio islámico de la zona (siglos VIII-XI), en los que se localizaron fundamentalmente diferentes fragmentos de piezas cerámicas.
Posteriormente, se hallaron otros niveles estratigráficos más antiguos, vinculados al origen de la estructura megalítica, en los que se ha encontrado industria lítica. Destacan especialmente varios fragmentos trabajados de sílex que se enmarcan entre finales del Neolítico y principios del Calcolítico, lo que nos estima una antigüedad de unos 4500 años.
Estabilidad de las rocas del crómlech
Uno de los primeros aspectos que se apreciaron durante la excavación fue que las piedras que conforman el crómlech, las que no forman parte directamente de la roca madre, están apoyadas sobre otras más pequeñas que ejercen de calzo. Esto reafirma el planteamiento de que se trata de una estructura antrópica -creada por el ser humano- y, además, nos ayuda a conocer su modo de construcción. Por otra parte, gracias a la excavación sobre la roca equinoccial Este hemos podido comprobar que, a unos 50 cm al Norte, hay como una estructura pseudoelíptica de unos 50 cm de diámetro interno formada por piedras cuyo tamaño no supera los 20 cm.
Posible segundo anillo
Se cree que esta pequeña estructura puede ser la primera fase en el proceso de colocación de una piedra. De esta forma, arrastrarían la roca y la situarían dentro de esta estructura. Así, la roca quedaría calzada. Después, al verter tierra, la roca principal quedaría reforzada. El hallazgo de esta pequeña estructura elíptica pone de manifiesto la posible estructura de un segundo anillo de piedras externo al crómlech que pudo quedar a medio construir ya que, teniendo encuentra esta estructura, hay varias rocas que se adaptarían a este segundo anillo.
Alineaciones astronómicas del crómlech
Con respecto a la hipótesis de las alineaciones astronómicas, ésta ha quedado reforzada debido a un hallazgo. Consiste en un hueco de unos 25 cm rodeado por unas piedras cuyo tamaño es de unos 20 cm. La posición de este hueco coincide con el punto de corte de las líneas equinocciales y solsticiales que publicábamos en la revista Astronomía el pasado verano (Pérez-Verde & Isabel-Ludeña, 2019). El hecho de que el corte de ejes -realizado previo a la excavación- coincida con este hueco -hallado durante la excavación-, la posición de esta pequeña estructura confirmaría la utilidad astronómica del crómlech. De este modo, la utilidad como calendario queda reforzada.
Poste de proyección
Inicialmente pensábamos que los ideólogos del crómlech buscaban la proyección de las rocas equinocciales y solsticiales sobre el centro del crómlech en las salidas y puestas de sol en días de solsticio y equinoccio. Sin embargo, el hallazgo de este hueco en el centro del crómlech hace suponer que ahí iba situado un poste, bien fijo, bien colocado ahí en ocasiones especiales, que proyectaba su sombra sobre las rocas equinocciales y solsticiales. De hecho, se está analizando parte de la tierra de esta zona para ver si se detectan restos de madera.
Cabe destacar que las rocas equinocciales y solsticiales detectadas pertenecerían a este segundo anillo exterior de rocas. Es cierto que en este segundo anillo existen más rocas; tal vez marcasen algún día que resultaba especialmente relevante a los constructores del crómlech.
Entorno multicultural y uso como calendario
Con todos los hallazgos, sabemos que el entorno del crómlech fue habitado durante un periodo de tiempo relativamente extenso, aunque todavía está por determinar con exactitud mediante el estudio de los materiales hallados en la excavación arqueológica. El tiempo más antiguo detectado por ahora parece situarse a finales del Neolítico, hace unos 5000 años.
A nivel arquitectónico, ya tenemos una ligera idea de cómo se pudieron haber colocado las rocas de manera estable. Se ha podido confirmar el planteamiento que afirmaba que la estructura era antrópica y, al mismo tiempo, conocer el modo de construcción mediante el aprovechamiento de zonas de la roca madre y el transporte de piedras de los alrededores -del propio dique- para ser colocadas con piedras menores que eran utilizadas como calzos, dándole forma al anillo. También sabemos, ahora con más certeza, que el crómlech pudo ser usado como calendario; así lo confirma el hallazgo central.
Mientras tanto, los análisis siguen y en fechas próximas, más pronto que tarde, la excavación volverá a taparse para dejar el crómlech tal y como estaba, además de para volver a dar a las rocas la estabilidad original. Al estar el crómlech enmarcado en el movimiento cultural del Megalitismo, lo de «posible crómlech» que usábamos anteriormente para referirnos a esta construcción, desaparece. Ahora mismo, tenemos evidencias asegurar que es un crómlech per se.
Y por supuesto, cuando se produzcan más hallazgos, se los anunciaré oportunamente. Y además, recuerden que Ciencia a la Carta y Cota 667 suelen organizar actividades para dar a conocer este hallazgo. ¡Sigan atentos!
Referencias
- Pérez-Verde, A. & Isabel-Ludeña, S. (2019). «Alineaciones astronómicas detectadas en el crómlech de Totanés». Astronomía Magazine, 241-242, pp. 42-48.
Agradecimientos
- Ciencia a la Carta.
- Cota 667.
- Elena Gutiérrez, coordinadora de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Totanés..
- Sergio Isabel-Ludeña, arqueólogo de Cota 667.
- Antonio Pérez Verde
- 17/10/2019
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