La primera imagen de un agujero negro
Desde que se produjo el anuncio del ESO, estos días se han hecho largos para muchos. Para mí desde luego, sí. Y más cuando la expectación por parte de la comunidad científica aumentaba conforme se acercaba el momento. Ver por primera vez el horizonte de sucesos de un agujero negro era algo muy esperado por todos. Y así ha sido. Hoy hemos podido ver una imagen directa del agujero negro que reina en el centro de la gigante galaxia elíptica M87.
Como saben, la imagen ha sido posible gracias al EHT (Event Horizon Telescope). Estarán de acuerdo conmigo en que no es una imagen especialmente llamativa, no tiene la espectacularidad de una imagen como las que nos ofrece el Hubble, llena de colores. Sin embargo, lo relevante no es tanto la imagen en sí sino lo que representa: algo antes nunca visto se abre ante nuestros ojos. Bajo mi punto de vista, es un golpe encima de la mesa como para decir: «mirad de lo que somos capaces». Y de esto son capaces:
Solo el principio
Opino que esto es el principio. Pienso que los resultados realmente importantes vendrán a partir de ahora cuando con el EHT se consigan más imágenes como la que hoy se ha presentado y combinándolas, consigan una imagen con más resolución. Ahí podríamos ver el horizonte de sucesos con más detalle de lo que lo hemos visto hoy. No por eso es menos importante. No olviden: esta tarde pasará a la Historia de la Ciencia.
Lo que ha ocurrido esta tarde lo veo comparable a cuando se tomó la primera imagen de un átomo. No era impactante, no era… impresionante. Pero nunca antes habíamos visto algo así. Lo bueno vino después, cuando la comunidad científica supo exprimir la potencia de las herramientas con las que trabajaba. Entonces fue cuando llegaron los resultados realmente relevantes. Creo que estamos ante algo similar.
En el agujero negro
Me gustaría plantearles un pequeño ejercicio. Imaginen que están en una posición privilegiada para observar lo que hoy nos ha mostrado el EHT. Imaginen los alrededores. Una gran nube de materia arremolinándose alrededor de un minúsculo punto negro. Por pequeño que parezca, ese punto negro es millones de veces más grande que la Tierra. Sin embargo, es diminuto comparado con su disco de acreción, es decir, con toda la materia que se arremolina a su alrededor.
La materia conforme se acerca a «ese punto negro» se acelera, choca con otras partículas cada vez más frecuentemente. Por ese motivo aumenta su temperatura y emite cada vez más energía. También emite cada vez más radiación en cada vez más zonas del espectro electromagnético.
¿Ven la última circunferencia alrededor del agujero negro? Justo lo que está contacto con el «punto negro». Esa última circunferencia -o primera, según se mire- que en la imagen de hoy no queda bien definida, es el horizonte de sucesos. Cuando la materia se acerca a esa circunferencia, la energía que desprende es inconmensurable. La velocidad que alcanzan las partículas es comparable a la de la luz. Con una pequeña porción de esa materia -un trozo del tamaño de un guisante- tal vez se podría iluminar el planeta Tierra durante años debido a la energía que está liberando.
Y de repente, esas partículas van llegando al horizonte de sucesos. Y lo hace con velocidades y energías extremas. El proceso es irremediable, como un río que llega al mar. Entonces, toda esa materia que llega, toda esa energía, todo esa radiación, simplemente desaparece.
- Antonio Pérez Verde
- 10/04/2019
- 3 Comment
Por ejemplo: el cuásar RX J1131-1231, en la constelación del Cráter tiene un agujero negro que ya fue fotografiado hace tiempo. Es una foto que podéis ver en la wikipedia y tiene mejor resolución que ésta. Y existen más. Buscad «Agujero de Lockman» por ejemplo. ¿Por qué la de ahora es más especial que otras?