Superluna, ¿la echaban de menos?
Superluna… Cuánto tiempo, ¿verdad? El término «superluna» parece estar de moda. Sin embargo, en este año no había aparecido todavía. Esto es porque la primera y única superluna de 2017 fue el domingo día 3 de diciembre. Pero antes de hablar de estos eventos, lo primero que les quiero decir es que el término «superluna» no es oficial. La IAU (Unión Astronómica Internacional) no lo avala. Un término más exacto y que sí está avalado es el de «syzygy» que habla de la alineación del Sol, la Tierra y la Luna. Como comprenderán, me tomaré la licencia de hablar de superlunas, un término más popular y más fácil de recordar que syzygy.
¿Cómo se produce una superluna?
Una superluna no es ni más ni menos que una Luna que se nos muestra más grande de lo normal. No es que cambie de tamaño porque se haya adelantado a los excesos navideños. Es mucho más sencillo que eso: la vemos más grande porque está más cerca. Esto es porque la órbita de la Luna alrededor de la Tierra tiene un recorrido elíptico. Mírenlo de la siguiente manera: si la Luna orbitase en una trayectoria circular con la Tierra en el centro, siempre la veríamos del mismo tamaño porque la distancia no variaría. Pero, esto no ocurre. Al ser una elipse, en cada órbita suceden estos dos eventos: uno de máximo acercamiento o perigeo y otro de máximo alejamiento o apogeo. Estas distancias se corresponden con, aproximadamente, 352.000 Km y 405.000 Km, respectivamente.
Cuando la Luna pasa por la fase de llena y está próxima al punto de perigeo, hablamos entonces de superluna. Y digo próxima al perigeo porque se considera superluna si nuestro satélite se encuentra en un intervalo del 10% con respecto a este punto. ¿Qué ocurre si el perigeo coincide con la fase de Luna nueva? Tendremos la «superluna negra». Y es negra porque la Luna nueva es imperceptible salvo que tengamos un eclipse de Sol. Es un término sin sentido pero, como suele suceder, se pone de moda y ante los catastrofistas que relacionan estos eventos con cataclismos, mejor arrojar un poco de ciencia y veracidad. Como comprenderán, el término de superluna negra tampoco está avalado por la IAU.
¿Cómo veremos una superluna?
Como les he dicho, en cada órbita, o lo que es lo mismo, cada 27-28 días, la Luna pasa una vez por el perigeo. Es por esto que en cada paso por este punto tendremos una superluna. Lo que ocurre es que no siempre nos la encontramos con la misma fase.
Tamaño
A las 22:00 del día 3 de diciembre (hora peninsular española) la Luna estuvo a 353.383 Km y pasó por el perigeo unas horas después, sobre la 1:00 de la madrugada del lunes 4 (hora peninsular española). A pesar de que nuestro satélite estuvo muy cerca del perigeo, su diámetro aparente tan solo se vio incrementado en un 14% con respecto a una Luna en el apogeo. Podrán comprobar como al estirar el brazo, pueden tapar una superluna incluso con la yema de un dedo. Quiero destacarles que a simple vista, una superluna y una luna «normal» son muy difíciles de diferenciar únicamente atendiendo al tamaño.
Brillo
Como les dije, el diámetro de nuestro satélite en una superluna, únicamente lo apreciamos un 14% más grande que en el caso de una Luna en el apogeo. Sin embargo, en lo que al brillo se refiere sí que hay una diferencia notable. La luz reflejada por nuestro satélite puede llegar a ser hasta un 30% mayor. Por lo tanto, atendiendo al brillo sí la podríamos diferenciar. Pero, ¿qué ocurre? Las lunas llenas (super o no) son cada 28 o 29 días y no somos capaces de almacenar en nuestra memoria el brillo de una Luna anterior para compararlo con la actual. Incluso puede suceder que nos digan que una luna cualquiera brillará más que otra y únicamente por sugestión la podríamos llegar a ver mucho más brillante.
Ilusiones ópticas y engaños
Ante una superluna aparecerán imágenes en muchos sitios. Serán todas del mismo tipo: la Luna en el horizonte junto a siluetas de edificios, montañas o árboles. Eso en el mejor de los casos. En el peor, serán montajes. Ustedes mismos podrán comprobar que a simple vista la Luna, independientemente de la fase, si está baja en el horizonte parece mucho más grande. Ojo: les digo «parece», porque, queridos lectores, es una ilusión óptica. Como lo leen. Podrán comprobar como al estirar el brazo también la podrán tapar con la yema de un dedo. Cuando la Luna ascienda sobre el cielo y aparente un menor tamaño, verán que realmente es el mismo.
Con la fotografía la ilusión óptica desaparece ya que se elimina la percepción humana. Se lo demostraré: ¿Cuántos de ustedes han intentado fotografiar una «gran Luna» con su teléfono móvil? ¿Cual ha sido el resultado? ¡La Luna aparece minúscula! Han sido engañados por su cerebro. Sin embargo, un teleobjetivo puede «hacer milagros»: la foto a un horizonte lejano mostrará una Luna más grande en comparación con los objetos del distante horizonte. La Luna, al ser mucho más grande y estar muchísimo más alejada no se ve afectada y la imagen parecerá crear esa ilusión que produce nuestro cerebro. Este es un ejemplo:
Puede que incluso algunas de las fotos que se difundan el domingo por la noche o el lunes por la mañana sean de este tipo. Puede que ni siquiera la fotografía corresponda con una superluna. Basta con hacer una foto de una Luna baja en el horizonte y la hagan pasar por una de ellas.
Por cierto, ¿saben a qué se debe esa ilusión óptica? Cuando comparamos el tamaño de la Luna con objetos cotidianos como edificios, montañas o arboles, nuestro cerebro nos juega una mala pasada y nos hace creer que es más grande. Sin embargo, cuando se eleva y perdemos la referencia comparativa, nuestro cerebro no la compara con nada y la vemos tal y como es. Simplemente es un tema de comparación.
Lo que no produce la superluna
Inundaciones, incendios, erupciones volcánicas, terremotos… Son eventos catastróficos que muchos charlatanes asocian a las superlunas, eclipses o conjunciones. Con un mínimo de sentido común podrán comprobar que no existen tales relaciones entre los eventos catastróficos y este tipo de eventos astronómicos. A pesar de todo, ciertos medios sensacionalistas hablarán de esta relación inexistente. Aportarán argumentos tan poco sostenibles como los que defienden la planicidad de la Tierra. Así que, ¡no se alarmen!
Más superlunas
Si bien es cierto que la Luna llena del 3 de diciembre fue la primera y única superluna de 2017, el próximo año tendremos al menos dos más. Serán en el mes de enero: el día 2 y el día 31 la Luna pasará próxima al perigeo. Por cierto, ¿saben cómo se llama la segunda Luna llena de un mes? Luna azul, un término que tampoco es avalado por la IAU. Como comprenderán, no tiene nada que ver con el color con el que la percibimos. A pesar de todo, a esa Luna del 31 se la llamará superluna azul.
Conclusiones
La superluna no tiene trascendencia alguna en nuestro día a día. Eso sí, es algo que llama la atención. Por lo tanto es una gran oportunidad para aprovechar el evento, sacar los telescopios, prismáticos, o a simple vista y observar la Luna porque, al ser algo mediático atraerá a mucha más gente que en una Luna llena convencional. Es una buena forma de aprender más de nuestro satélite. Y otra cosa: cuidado con las informaciones incorrectas y engañosas. Utilicen su sentido común. No les fallará…
Referencias
- Pérez-Verde, A. (2015-1). «Este miércoles llega la superluna… negra». TecnoXplora [online] (Ver).
- Pérez-Verde, A. (2015-2). «Este viernes hay luna azul, la segunda luna llena del mes» [online] (Ver).
- Pérez-Verde, A. (2017). «La única superluna del año no llega sola: el año 2018 empezará con otras dos». TecnoXplora [online] (Ver).
- Tavernier, L. (2017). «What’s a Supermoon and Just How Super Is It?». NASA-JPL [online] (Ver).
- Antonio Pérez Verde
- 02/12/2017
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