El cometa desaparecido
Hoy les vuelvo a hablar de cometas, pero no del 45P/Honda-Mrkos-Pajdušáková. Del que hoy les voy a hablar estaba mucho más lejos, concretamente a unos 170 años luz de la Tierra, y orbitaba a una estrella enana blanca llamada WD 1425+540, que forma parte de un sistema binario cuya estrella secundaria está situada a 0,032 años luz de la principal. Fue analizando la estrella WD 1425+540 cuando un equipo de científicos encontró evidencias de que este objeto cometario se precipitó hacia la enana blanca, formando una nube de escombros a su alrededor.
Tras realizar análisis espectrales, los telescopios del W.M. Keck Observatory encontraron trazas de calcio, magnesio e hidrógeno, mientras que el COS (Cosmic Origins Spectrograph) instalado en el telescopio espacial Hubble (NASA/ESA), indicó la existencia de carbono, oxígeno, silicio, azufre, hierro, níquel, hidrógeno e incluso nitrógeno. Las proporciones de estos elementos indican que este objeto cometario tenía una composición química similar al archiconocido cometa Halley de nuestro sistema solar, pero con dos pequeñas diferencias: la primera es que éste era unas 100.000 veces más grande que el Halley; la segunda, que en proporción, tenía el doble de agua.
Con el hallazgo de nitrógeno, es la primera vez que se detecta este elemento en una nube de escombros sobre una enana blanca. Siyi Xu, del ESO (Observatorio Europeo Austral) y directora de esta investigación explica la importancia de este descubrimiento: «el nitrógeno es un elemento muy importante para la vida tal y como la conocemos. Este objeto en particular es especialmente rico en nitrógeno, más que cualquier objeto observado en el sistema solar».
Actualmente existen más de una docena de estrellas enanas blancas conocidas cuyas atmósferas están dopadas mediante la inyección de escombros procedentes de cuerpos rocosos, como objetos de tipo asteroidal, pero éste es el primer caso de contaminación por parte de un cuerpo helado, algo que apunta a la existencia de algo muy similar a nuestro Cinturón de Kuiper, esto es, una nube de cometas orbitando la estrella.
El equipo dirigido por Xu también se planteó cómo este objeto tan masivo pudo variar su órbita original para poner un rumbo de colisión hacia su estrella madre. ¿A qué pudo ser debido? Según los modelos, pudo haber sido causado por una distribución gravitatoria producida por una alineación de planetas -aún no detectados- los cuales, sumando sus fuerzas, perturbaron el cinturón de cometas y precipitó a éste hacia su estrella. Otra explicación podría ser que la estrella compañera de la enana blanca perturbó el cinturón, provocando que el objeto viajara desde ahí hacia la enana blanca. Son dos explicaciones complementarias, lo que indica que las dos causas pudieron suceder a la vez para cambiar el rumbo del cometa.
El Cinturón de Kuiper de nuestro sistema solar, el cual comienza más allá de la órbita de Neptuno, es el hogar de muchos planetas enanos, cometas y otros cuerpos menores que se consideran restos de la formación de los grandes cuerpos del sistema solar. Los nuevos hallazgos encontrados alrededor de esta enana blanca proporcionan evidencias observacionales que apoyan la idea de que esos cuerpos helados están también presentes en otros sistemas planetarios. Pero lo realmente importante es que estos cuerpos helados pueden sobrevivir a la fase de gigante roja y acompañar a la estrella hasta su final. Y una cosa más: en el caso de haber sido planetas los que provocaron el desvío del cometa, indicaría que estos también sobrevivieron a la fase de gigante roja. ¿No es sorprendente?
Referencias:
– Hubble finds big brother of Halley’s Comet ripped apart by white dwarf.
- Antonio Pérez Verde
- 09/02/2017
- 0 Comment