Alcohol (metílico) para la vida
Como muchos de ustedes supondrán, cuanto más cerca está un objeto de nuestro planeta, más fácil es estudiarlo por un motivo fundamental: su luz llega menos atenuada y es mucho más fácil observar detalles. Por el contrario, si el objeto está más alejado, el ruido introducido por la instrumentación que utilizamos, aunque está minimizado, es suficiente como para enmascarar las sutilezas del objeto en cuestión.
Y el caso de los discos protoplanetarios no es una excepción: cuanto más cercanos, mejor. Y el más cercano es el que rodea la estrella TW Hydrae, que situado 170 años luz no es que esté a la vuelta de la esquina precisamente, pero es el más cercano, y eso lo convierte en un objeto ideal para que los astrónomos puedan observarlo y ver con gran detalle sus características.
Y además, este disco viene con premio ya que se estima que es muy similar a lo que pudo ser el disco que rodeó nuestro Sol en el momento de la formación de nuestro sistema solar hace ya unos 4.500 millones de años. Por todo esto, el equipo de científicos liderado por la astrónoma Catherine Walsh del Observatorio de Leiden (Holanda), ha decidido investigar este disco protoplanetario utilizando el conjunto ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array).
Gracias a esta investigación han descubierto por primera vez en un disco protoplanetario la huella del alcohol metílico o metanol (CH3OH), una pieza prebiótica fundamental que desempeña un rol determinante en la creación de la química necesaria para la vida, aportando además pistas para una mejor comprensión sobre cómo estas moléculas orgánicas pasan a formar parte de los planetas desde su formación.
Y como les contaba antes, gracias a la cercanía del disco y a la gran potencia de ALMA, el equipo de astrónomos ha cartografiado el metanol gaseoso de TW Hydrae y ha observado que se distribuye en forma de anillo, lo que apoya la hipótesis de que la mayor parte del depósito de hielo se encuentra en los granos de polvo más grandes en la zona interior del disco a unos 7.500 millones de kilómetros. «Esto nos permite mirar hacia atrás en el tiempo, al origen de la complejidad química en un vivero de planetas alrededor de una estrella similar al Sol joven», explica Walsh.
“La presencia de metanol en estado gaseoso en el disco es un indicador inequívoco de los ricos procesos químicos orgánicos que tienen lugar en una etapa temprana de formación de estrellas y planetas», explica Ryan A. Loomis, coautor del artículo que expone el estudio (C. Walsh et al., 2016, ApJ 823 1). Es por esto que estos nuevos hallazgos ayudarán a crear y modificar modelos informáticos que interpretan cómo la química orgánica en general se puede depositar en planetas, algo fundamental para que albergue vida tal y como la conocemos.
Referencias:
– First detection of gas-phase methanol in a protoplanetary disk (C. Walsh et al., 2016, Astrophysical Journal 823 1).
– First Detection of Methyl Alcohol in a Planet-forming Disc.
– Primera detección de alcohol metílico en un disco de formación planetaria.
- Antonio Pérez Verde
- 15/06/2016
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