Danakil: Vida extrema y análogos terrestres
Uno de los lugares más exóticos de nuestro planeta es la depresión de Danakil. Es un lugar que se está formando a raíz de la separación de las placas tectónicas Arábiga y Africana. Está situada en pleno desierto etíope a más de 100 metros por debajo del nivel del mar y allí podemos encontrar grandes piscinas de agua color turquesa, en el suelo aparecen brillantes protuberancias de un color amarillo chillón, y en general, el paisaje se muestra como un derroche de color que bien podría parecer un destino paradisíaco. Allí fue donde estuvo Felipe Gómez Gómez, gran amigo e investigador en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) donde fuimos compañeros durante cuatro años.
Si algún día deciden ir a este lugar no se dejen llevar por las apariencias porque las aguas turquesa toman ese color debido a la gran concentración de cobre que llevan disuelto, siendo, por tanto, altamente tóxicas. Y en cuanto a las protuberancias amarillas, no son otra cosa que chimeneas de sulfuro donde el olor a huevos podridos es insoportable. Las piscinas están a unos 40º C y a esa temperatura, el agua empieza a quemar, sin embargo, esto no es nada si lo comparamos con las aguas que emergen de estas chimeneas amarillas porque su temperatura es de unos 90º C. Y eso no es lo peor de estas aguas porque el pH es tan bajo que son auténticos torrentes de ácido. Seguro que ya se les quitó la idea de darse un baño.
Aires irrespirables en Danakil
Esta depresión es un área volcánica que se prolonga desde el volcán Dallol hasta el lago Assal, próximo a la frontera de Etiopía con Eritrea. Allí el magma fluye muy próximo a la superficie y a consecuencia de ello, las aguas filtradas son calentadas hasta casi el punto de ebullición. Cuando emergen, lo hacen con grandes cantidades de sales disueltas. Y por si eso fuera poco, Felipe me comentó otro aspecto que hacía todavía más inhóspito el lugar: «Me llamó mucho la atención que costara respirar debido a la cantidad de cloro que había en el aire».
Como han podido apreciar, la depresión de Danakil es uno de los lugares más hostiles de nuestro planeta. Y sin embargo, hay vida. Pero la vida que allí existe no es una vida fácil sino extrema hablando desde nuestro peculiar punto de vista antroponcéntrico. Felipe es un gran conocedor de estos ambientes extremos y cuando hablé con él lo primero que le pregunté es a qué lugar le recordaba ese sitio. «Cada ambiente extremo es único, pero Danakil es un poliextremo que se podría parecer a río Tinto en Huelva o a Yellowstone en Estados Unidos con la diferencia de que en Danakil hace mucho más calor. La temperatura del aire estaba a más de 40º C, pero la del suelo, era de 80º C», respondió.
En la depresión de Danakil el equipo liderado por Felipe, enmarcado en el Europlanet 2020 RI, recogió muestras de bacterias, probó una nueva técnica de extracción de ADN y, a lo largo de toda la depresión instaló sensores para medir rangos de parámetros físicos y químicos: pH, temperatura, humedad, concentración de oxígeno… Y como no hay descripciones biológicas de la zona, están abriendo nuevos caminos de exploración científica, y más concretamente, de investigación astrobiológica.
Danakil y sus extremófilos
Me gustaría destacarles que hace no muchos años era impensable que en estos lugares hubiese vida, pero gracias a investigaciones como ésta realizadas tiempo atrás en otros lugares extremos, los científicos fueron descubriendo organismos que viven cómodamente en ambientes de intenso calor, frío extremo, alta acidez… Demostraron que la vida se abre camino, que puede sobrevivir e incluso prosperar en los lugares más inhóspitos de nuestro planeta. Y gracias a esto hoy sabemos que una sorprendente variedad de especies viven en estos ecosistemas, desde bacterias hasta plantas o animales. Las llamamos especies extremófilas.
Para la Astrobiología estos lugares son de vital importancia y se llaman análogos terrestres porque reúnen algunas características físico-químicas que se dan en otros cuerpos del sistema solar y, salvando las distancias, aquí pueden estudiarse parámetros de Marte y de algunos satélites del sistema solar como Titán, Europa o Encélado, y si en la Tierra hay vida, ¿por qué no puede haberla allí?. «Me llamó mucho la atención lo parecido que me resultó Danakil con algunas zonas de Marte, a excepción del agua, aunque últimos estudios ofrecen la posibilidad de que las condiciones de aguas subterráneas en Marte pudieron ser similares a las de aquí», comenta Felipe haciendo referencia a los últimos datos aportados por Sherican Ackiss y su equipo en la XLVII Lunar and Planetary Science Conference celebrada en Texas (Estados Unidos) hace unas semanas.
Una felicidad diferente
Quiero relatarles también lo que más le llamó la atención a Felipe, y les adelanto, no fue ningún aspecto científico, sino que tiene que ver con el lugar en el que se alojaron: «Fue un viaje muy gratificante a nivel humano, aunque al principio fue duro convivir y ver la situación de la gente de allí. Pero luego vi que los niños no lloraban, eran felices, y no solo ellos: todo el mundo se conformaba con lo que tenía y eran felices allí», comentó mientras recordaba su estancia.
Para terminar, me gustaría agradecer a Felipe su disposición y que nos ofrezca fuentes de conocimiento para seguir buscando vida fuera de las fronteras de nuestro planeta.
Referencias
- Ackiss, S.E. et al. (2016). «Mineralogical Evidence for Subglacial Volcanoes in the Sisyphi Montes Region of Mars». 47th Lunar and Planetary Science Conference. LPI Contribution No. 1903, p.1305. BibCode: 2016LPI….47.1305A (Ver).
- Gómez-Gómez, F. (2016). » Rainbow-coloured hydrothermal systems show spectrum of extreme life on Earth «. Europlanet Society (Ver).
- Imster, E. (2016). «Inhospitable Danakil Depression hosts extreme life «. EarthSky.org (Ver).
- Ventura, D. (2016). «El colorido y letal desierto donde los científicos buscan los extremos de la vida». BBC News (Ver).
- Webster, G. et al (2016). «Found: Clues about Volcanoes Under Ice on Ancient Mars». NASA News 2016-120 (Ver).
- Antonio Pérez Verde
- 05/05/2016
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