Gigantes encerrados en la nube RCW 106
En la constelación austral de Norma existe una extensa región H II llamada RCW 106. Esta nube de gas y polvo está situada a unos 12.000 años luz de distancia y brilla en un característico tono rojo carmesí porque está siendo ionizada por la intensa y abrasadora luz que emiten las estrellas jóvenes de su interior. RCW 106 es la nube roja situada hacia el centro de la imagen, que ha sido captada por el VST (VLT Survey Telescope) en el rango del espectro visible, así que la mayor parte de esta enorme región está oculta por el polvo y es mucho más extensa de lo que podemos ver.
Pero no solo se aprecia RCW 106, sino que hacia la derecha se aprecian unos filamentos que son los restos de una antigua supernova llamada SNR G332.4-00.4. Hacia la izquierda también se aprecian filamentos, en este caso rojos, que rodean a una estrella muy caliente poco usual del tipo Wolf-Rayet, conocida como WR 75.
Los monstruos del interior de RCW 106
A los astrónomos les llama poderosamente la atención el origen de las monstruosas estrellas masivas enterradas en su interior que, aunque son muy brillantes, no pueden verse en luz visible ya que el entorno de polvo es demasiado espeso, mientras que en infrarrojo pueden verse claramente. Llegan a tener varias decenas de veces la masa del Sol y no está claro cómo llegan a conseguir la cantidad suficiente de gas para formarse. Pero eso no es todo: son estrellas con una vida muy breve ya que queman su combustible nuclear en apenas unas decenas de millones de años. Sólo una de cada 3 millones de estrellas conocidas es de este tipo.
Comparativamente, si suponemos que los 10.000 millones de años de vida de nuestro Sol están concentrados en un año, estas auténticas estrellas fugaces apenas tendrían una vida de un día, por lo que encontrarlas es una auténtica casualidad.
Referencias
- Antonio Pérez Verde
- 03/03/2016
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