Diseccionando la Tarántula

Hoy les hablaré de una tarántula. Pero antes, un poco de perspectiva. Comencemos por nuestra galaxia: La Vía Láctea. Tiene una serie de galaxias satélite donde las más conocidas son la Pequeña Nube de Magallanes (SMC) y la Gran Nube de Magallanes (LMC). ¿Les suenan? De estas dos que les he nombrado hoy les hablaré de esta última. Tal vez los 150.000 años luz de diámetro de la Vía Láctea hagan que la LMC nos parezca pequeña: 14.000 años luz de diámetro. Sin embargo vean este dato: la estrella más lejana que podemos ver a simple vista se encuentra a 11.600 años luz y se llama Rho Cassiopeiae (Abramson, 2013). Por lo tanto, la LMC no debe ser tan pequeña…

Si profundizamos en la LMC podemos encontrar un objeto que sin duda despierta el interés de la comunidad científica: la nebulosa de la Tarántula. Esta nebulosa, también llamada 30 Doradus, dista de nosotros 160.000 años luz en dirección a la constelación de Dorado y se extiende a lo largo de unos 1.000 años luz. Es gigantesca. Para apreciar su tamaño, compárenla con la nebulosa de Orión: tan solo tiene 24 años luz de tamaño (Drass, 2016).

Volvamos a la Tarántula. En la siguiente imagen la podrán ver en gran detalle. Fue captada por el instrumento OmegaCAM, una cámara de 256 megapíxels diseñada para el VST (VLT Survey Telescope). Antes de comenzar a diseccionar a la Tarántula, aquí tienen otro dato: se trata de una de las regiones de formación estelar más brillantes y energéticas de todo el Grupo Local de galaxias (Schneider, 2018); tal vez la que más.

nebulosa de la Tarántula

Visión general de la nebulosa de la Tarántula situada en la Gran Nube de Magallanes, mostrada de forma muy detallada tanto ella como sus alrededores || Créditos: ESO (ampliar imagen).

Disecando la Tarántula

Vayamos ahora a la disección de la Tarántula propiamente dicha. La recorreremos poco a poco para que puedan ver lo más curioso de este objeto. Al final del texto encontrarán la imagen de arriba pero detallando cada una de las partes a diseccionar. Allá vamos.

El joven cúmulo NGC 2070

Comencemos por el centro de la Tarántula. Allí podremos encontrar al gigantesco NGC 2070, un joven cúmulo estelar lleno de fogonazos que nos advierten de que allí se están formando nuevas estrellas. Este resplandor fue descubierto hace tiempo, concretamente en 1751 gracias a la labor observacional de Nicolas Louis de Lacaille. Su núcleo, denominado R136, contiene algunas de las estrellas más masivas y luminosas conocidas (Yasuo, 2017).

Hodge 301 y las supernovas

Otro curioso objeto que podremos encontrar en la Tarántula es el conocido como Hodge 301. Fue descubierto por John Herschel en 1836 y en él unas 40 estrellas han estallado en forma de supernova. El remanente de supernova SNR N157B es un ejemplo de uno de ellos (Micelotta, Brandl & Israel, 2009). Estos estallidos evidencian que Hodge 301 es un objeto mucho más antiguo que NGC 2070 ya que en Hodge 301 las estrellas han llegado a la fase final de su vida. En la parte inferior derecha de la Tarántula podremos encontrar una de las supernovas más famosas que existen: SN 1987A (Kjær, 2010).

SN 1987A

Impresión artística de la supernova SN 1987A basada en observaciones realizadas con el Very Large Telescope || Créditos: ESO/L. Calçada (ampliar imagen).

Estrellas azules y rojas

Hacia la izquierda de la Tarántula observarán un objeto muy llamativo: NGC 2100. Se trata de un cúmulo abierto descubierto en 1826 por James Dunlop. En él destaca una importante concentración de estrellas azules rodeadas de estrellas rojas. Además, aquí se ha estudiado cómo las estrellas supergigantes rojas evolucionan hasta convertirse en supernovas (Beasor & Davies, 2016).

El caballito de mar

Y para terminar esta disección, vayamos al centro de la imagen. ¿Ven un caballito de mar? Esta dentro del cúmulo llamado NGC 2074, también descubierto por John Herschel. El «Caballito de Mar de la Gran Nube de Magallanes» es un gigantesco pilar de unos 20 años luz de tamaño. Enorme. Su tamaño es más de cuatro veces la distancia que nos separa de la estrella más cercana, Próxima Centauri. Sin embargo, a esta formación le queda poco tiempo, tal vez un millón de años. Esto es así porque todas las estrellas que se forman en su interior (Fleener, 2010) emiten luz y vientos estelares que lo irán erosionando hasta hacerlo desaparecer.

Nebulosa de la Tarántula

Nebulosa de la Tarántula y sus alrededores con anotaciones de cada una de las partes || Créditos: ESO (ampliar imagen).

¿Ha merecido la pena la disección de la Tarántula? Supernovas, estrellas de varios colores, y… ¡hasta un caballito de mar! Espero que les haya resultado interesante… ¡Hasta la próxima!

Referencias

  • Abramson, G. (2013). «La estrella más lejana». En el cielo las estrellas (Ver).
  • Beasor, E. & Davies, B. (2016). «The evolution of red supergiants to supernova in NGC 2100». Monthly Notices of the Royal Astronomical Society 463 p.1269-1283. DOI: 10.1093/mnras/stw2054 (Ver).
  • Drass, H. et al (2016). «The bimodal initial mass function in the Orion Nebula Cloud». Monthly Notices of the Royal Astronomical Society 461 p.1734-1744. DOI: 10.1093/mnras/stw1094 (Ver).
  • ESO Foto Noticia (2018). «Un vecindario abarrotado». ESO1816es (Ver).
  • ESO Photo Release (2018). «A Crowded Neighbourhood». ESO1816 (Ver).
  • ESO Science Release (2010). «Seeing a Stellar Explosion in 3D». ESO1032 (Ver).
  • ESO Science Release (2016). «Deepest Ever Look into Orion». ESO1625 (Ver).
  • Fleener, C. et al (2010). «Massive Star Formation in NGC 2074». The Astronomical Journal 139 p.158-167. DOI: 10.1088/0004-6256/139/1/158 (Ver).
  • Kjær, K. et al (2010). «The 3-D Structure of SN 1987A’s inner Ejecta». Astronomy & Astrophysics 517 A51. DOI: 10.1051/0004-6361/201014538 (Ver).
  • Micelotta, E. R., Brandl, B. R. & Israel, F. P. (2009). «Spitzer observations of the N157B supernova remnant and its surroundings». Astronomy & Astrophysics 500 p.807-815. DOI: 10.1051/0004-6361/200809849 (Ver).
  • Schneider, F. et al (2018). «An excess of massive stars in the local 30 Doradus starburst». Science 359 Iss.6371, p.69-71. DOI: 10.1126/science.aan0106 (Ver).
  • Yasuo, F. et al (2017). «Formation of the young massive cluster R136 triggered by tidally-driven colliding H i flows». Publications of the Astronomical Society of Japan 69, 3. DOI: 10.1093/pasj/psx032 (Ver).

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