Buenas condiciones para las Gemínidas

Llega la lluvia de estrellas que más me gusta: Las Gemínidas. Es la lluvia más activa del año y también en la que más frío se pasa. Si la quieres observar, tendrás que ser un valiente, sin miedo al frío, sin miedo al sueño y con la fuerza de voluntad suficiente como para estar varias horas mirando el cielo con la nariz helada. Hace unos años recuerdo observarlas a varios grados bajo cero. El frío era insoportable, me dolían las piernas, la cara, no sentía los dedos… aún así, las más de 100 estrellas fugaces por hora hicieron que mereciera la pena.

Este año, el máximo ocurrirá entre semana; será la noche del lunes 14 al martes 15, así que deja todo preparado el fin de semana y si eres valiente, disfrutarás del espectáculo. Eso sí, olvida telescopios y prismáticos: mejor a simple vista.

¿Cómo ver las Gemínidas?

Para ver una lluvia de estrellas, lo primero es tener un cielo despejado, y no solo de nubes: también de árboles, edificios, montañas… La mejor opción es irse al campo, buscar un sitio despejado y disfrutar. También hay que tener en cuenta la Luna, porque si está presente en el cielo, lo iluminará y nos impedirá ver las estrellas fugaces más débiles. Pero este año estamos de suerte porque el día del máximo nuestra Luna se esconderá bajo el horizonte poco después del Sol, dejando una noche oscura desde poco después del crepúsculo.

También hay que tener en cuenta que esta lluvia ocurre a mediados de diciembre, por lo que es obligatorio llevar mucha y buena ropa de abrigo; es preferible que nos sobre alguna prenda a que nos falte. Y dicho sea de paso, el frío también es nuestro aliado porque hace que la atmósfera tenga menos turbulencias, dejando un cielo muy claro y fácil de observar.

Horizonte Este el día del máximo de las Gemínidas. Hacia en centro se aprecia Géminis, y con un círculo amarillo, el lugar desde donde parecen radiar los meteoros debido a nuestra perspectiva | Créditos: Aula de Astronomía.

Para ver las estrellas fugaces de esta lluvia no hay una norma fija. El lugar del que parecen surgir los meteoros, llamado radiante, está situado en la constelación de Géminis y estará presente en el cielo durante toda la noche. De esta forma, cualquier momento es bueno para observar los meteoros, aunque la mejor hora suele ser a las 3:00 de la madrugada (hora peninsular española), que es cuando más alto se encuentra el radiante.

¿Cómo se forman las Gemínidas?

Toda lluvia de estrellas tiene un cuerpo progenitor, esto es, un objeto que las origina. Suele ser un cometa, pero en este caso es un asteroide llamado 3200 Phaeton. Considerado por muchos como un cometa extinto, este asteroide va dejando un rastro de deshechos en forma de polvo cuyo tamaño es del orden de milímetros. Estos fragmentos, llamados meteoroides, van quedando en forma de tubo a lo largo de toda su órbita. A esto se le llama tubo meteórico.

Geminida

Estrella fugaz de la lluvia de las Gemínidas captada en 2009 desde el desierto de Mojave (Estados Unidos) | Créditos: Wally Pacholka.

Tanto el asteroide como la Tierra tienen órbitas estables, por lo que la Tierra se encuentra cada año por las mismas fechas con el tubo meteórico, entrando en él hacia el día 4 y saliendo el 17. En esos 13 días fácilmente nos encontraremos con alguna estrella fugaz de las Gemínidas, pero cuando más posibilidades existen es el día del máximo, que es cuando la Tierra atraviesa la parte más densa del tubo meteórico, esto es, el 14 de diciembre.

El trabajo de la atmósfera

Cuando la Tierra atraviesa el tubo meteórico, estos fragmentos del tamaño de un grano de arroz se ven atraidos hacia nuestro planeta. Estos meteoroides suelen alcanzar nuestra atmósfera a unos 33 kilómetros por segundo. Por eso, aunque sean tan pequeños, al contacto con nuestra atmósfera a tanta velocidad hace que sufran un proceso de fricción que hace que se vuelvan incandescentes y se desintegren. Esto sucede a unos 80 Km de altura, pero esa incandescencia es tan intensa que la vemos desde la superficie, trazando a medida que se desplaza una estrella fugaz o meteoro.

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Bola de fuego provocada por un meteoroide de las Gemínidas en 2013 | Créditos: Jimmy Westlake

En algunos casos, el impacto es tan brutal que en lugar de desintegrarse gradualmente, estalla produciendo una estrella fugaz muy particular donde el primer lugar se ve un «flash» seguido ya del típico trazo. También puede ocurrir que en lugar de un grano de arroz, tenga el tamaño de un garbanzo o de una avellana; el destello producido por ese meteoroide es tan grande que puede incluso ser más brillante que el planeta Venus visto desde la Tierra. Y ya si hablamos de un tamaño similar al de una pelota de tenis, su brillo puede llegar a ser superior al de la Luna llena.

Aunque los más frecuentes son los granos de arroz, en alguna ocasión nos sorprende una avellana, o incluso una pelota de tenis. Como curiosidad, a los meteoros más brillantes que Venus se les conoce como «bólidos», y a los más brillantes que la Luna, «fireballs» o «bolas de fuego».

Otra posibilidad, es que el meteoroide sea todavía más grande y la atmósfera no consiga desintegrarlo en su totalidad. Si impacta contra la superficie es cuando tenemos un meteorito. Aunque que se produzca un meteorito en una lluvia de estrellas es más extraño que el que nos sorprenda una pelota de tenis en el cielo.

Tres particularidades de las Gemínidas

  1. El asteroide 3200 Phaeton tiene un período orbital de 524 días, por lo que renueva su tubo meteórico con bastante frecuencia teniendo meteoroides disponibles cada año para crear una lluvia de estrellas con un gran número de meteoros. Comparativamente, otros cuerpos progenitores tienen períodos orbitales de decenas de años.
  2. Los meteoroides que deja a su paso el 3200 Phaeton son sustancialmente menos porosos que los que dejan los cometas, por lo que su densidad es mayor y tienen más materia que desintegrar al atravesar la atmósfera, lo que hace que los meteoros sean más lentos, más luminosos y, por lo tanto, más fáciles de ver.
  3. Según el IMO (International Meteor Organization), esta lluvia de estrellas, junto con las Cuadrántidas de enero, tienen la mayor actividad. Su THZ (Tasa Horaria Cenital) está fijada en 120 meteoros por hora en unas condiciones de cielo ideales. En el caso real, esa máxima actividad puede rondar los 80-100 meteoros por hora, salvo picos esporádicos de algunos minutos que pueden superar incluso la media de la THZ.
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Actividad real de las Gemínidas en 2014 | Créditos: IMO.

Conclusión

Ropa de abrigo, ropa de abrigo de repuesto por si acaso, un bocadillo por si se alarga la noche, un termo con alguna bebida caliente, unas buenas condiciones de horizonte y un lugar sin contaminación lumínica. Es lo que necesitas para disfrutar de las Gemínidas. No necesitas ni telescopio ni prismáticos. A simple vista es como más se disfruta de este espectáculo porque, si usamos instrumentos ópticos, lo único que haremos será reducir nuestro campo de visión, y eso es precisamente lo que queremos evitar para contemplar la mayor porción de cielo posible.

Así que, si el tiempo no lo impide, disfrutaremos con la última lluvia de meteoros del año con unas condiciones de Luna muy favorables.

Referencias:
International Meteor Organization: 2015 Meteor Shower Calendar
Aula de Astronomía: Lluvia de meteoros Gemínidas 2015 
CienciaXplora: Esta noche verás una lluvia de estrellas casi a cámara lenta
Microsiervos: Lluvia de estrellas de las Gemínidas de 2014

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